Productores de tomate de diferentes zonas del país se reunieron nuevamente con representantes del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) esta semana.
César Velázquez, de la Asociación de Productores Frutihortícolas, dijo que en la última reunión volvieron a insistir acerca de la necesidad de revisar y tomar medidas con respecto al precio del tomate para el consumidor.
El representante del gremio de productores dijo que en las fincas, se está vendiendo el tomate entre G. 5.000 y G. 6.000 el kilo. En los supermercados, se vende a G. 13.000 o más, y en el Mercado de Abasto, a G. 8.000 el kilo.
La comercialización sigue siendo un desafío y la cadena depende de los intermediarios, quienes son los que se quedan con el grueso del precio que termina pagando el consumidor final, aseguró Velázquez.
La intención es lograr cada vez una venta más directa, del productor a los supermercados o centros de distribución, sin embargo, para que esto se lleve adelante, se debe solucionar principalmente un problema, dijo.
Los supermercados hacen pedidos y tienen plazos más largos para pagar, algo que no conviene a los productores, porque ellos necesitan los pagos diarios. Es entonces donde irrumpen los intermediarios, señaló.
En la conversación que mantuvieron con los representantes del MAG, hablaron sobre la posibilidad de que a través del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) se desembolsen los pagos directos a los productores, para hacer una venta directa sin depender de los tiempos de los supermercados, señaló Velázquez. Esta propuesta aún está en análisis, pero es bastante realista, dijo.
Por otro lado, reiteró que la demanda de tomate sigue siendo contenida con productos nacionales, y será así hasta fin de año. El clima actual es favorable para la producción de este producto, señaló. Valoró luego los esfuerzos que se están haciendo para evitar el contrabando, sin embargo, instó a las instituciones a poner mayor atención.