“Es el camino correcto”, dijo Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), al ser consultado sobre su opinión acerca de las medidas que lleva adelante el Banco Central del Paraguay (BCP) dentro del plan de reactivación de la economía.
Recordemos que la banca matriz emitió una resolución que habilita la reestructuración de las deudas agrícolas y ganaderas, atendiendo a la coyuntura de baja producción de la soja y bajos precios, tanto de la oleaginosa como del ganado.
Así también, se dio a conocer el miércoles otra resolución que dispuso la liberación del 2% del encaje legal aplicado a los depósitos en moneda extranjera, lo cual implicará una disponibilidad de unos USD 100 millones para los bancos de plaza.
“Son señales que van a facilitar que fluyan las negociaciones entre las partes”, señaló Cristaldo. Consideró correcta la decisión de liberar el encaje en dólares y en este preciso momento, cuando el productor debe empezar a planificar la próxima campaña.
“Es oportuno que surjan ahora estas medidas, porque nos da el tiempo para poder trabajar”, comentó. Básicamente, el objetivo es que los productores puedan tener financiamiento para volver a sembrar la campaña principal de soja correspondiente a la zafra 2019/2020, que empieza en septiembre.
Deudas. Con respecto a la reestructuración de deudas, dijo que varios productores ya han acudido a los bancos privados para empezar las gestiones correspondientes para acceder a esta facilidad.
“Hay mucha gente, es difícil cuantificar (cuántos han recurrido a la reestructuración de deudas hasta el momento). Creo que serían entre 15 a 20 todos los días los que están yendo a sus bancos”, estimó.
Estas medidas llegan justo a tiempo porque en la quincena de julio se hacen generalmente las órdenes de insumos para empezar a sembrar en septiembre, reiteró.
La crisis del sector sojero surge a partir de la combinación de dos factores: los bajos precios internacionales de la soja y la caída de la producción, que a su vez fue consecuencia de los fenómenos climáticos.
Con una caída del 23,5% de la producción y los precios más bajos en once años, la deuda de los productores de soja rondarían los USD 2.730 millones actualmente.