Si bien todavía no existen orientaciones oficiales ni definitivas, hay sí algunos cambios que ya se están ensayando en la Villa Serrana y que serán regla durante la festividad de la Virgen de Caacupé: Filtros sanitarios en los principales puntos de acceso a la capital espiritual y en la Basílica Menor y límite en el tiempo de estancia en la zona sacra, máximo una hora por persona. A priori, se prevé que en esos puestos de control no se permita el ingreso a la ciudad de personas vulnerables ante el Covid-19: Adultos mayores, gente con alguna comorbilidad, bebés en brazos y menores de edad.
A su vez, lo que sí ya están definitivamente descartadas son las procesiones masivas que tradicionalmente se realizan hasta el Santuario de la Virgencita Azul; como la peregrinación nacional de jóvenes, de los indígenas, etc. En su lugar, se permitirán grupos que representen a cada diócesis para asistir al encuentro con la santa patrona.
“Por nuestra parte, en la iglesia, ya estamos prohibiendo las peregrinaciones masivas, como las que se hacen con la imagen de la Virgen de Itatî, la de los jóvenes, las Fuerzas Armadas y los indígenas; no van a venir masivamente, sino que en grupos representativos. Estamos trabajando en eso; pero, después al común de la gente, no sabemos cómo les vamos a atajar aunque sí vamos a limitar su tiempo dentro de la zona sacra”, comentó Marina Rodríguez, encargada de Comunicación de la Basílica de Caacupé.
Junto a las autoridades municipales prevén prohibir que los fieles pernocten en la explanada, como así en las plazas o veredas de la ciudad. “No se puede acampar, ni estar en esa zona más de una hora; tampoco va a haber vendedores. Toda esa infraestructura se está viendo con las autoridades locales”, señaló.
ALTERNATIVAS
Hoy a la tarde se hará la primera reunión, en el Obispado, con la Dra. Adriana Amarilla, directora de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP). En la ocasión, expondrán las alternativas que se barajan para la festividad mariana, en particular, pensando en los días 7 y 8 de diciembre. “Esto es a nivel nacional y no es muy factible el agendamiento; entonces, estamos estudiando otras alternativas de cómo ir recibiendo y cómo controlar a la gente que va llegando”, indicó.
Se proponen, para el efecto, filtros sanitarios en los principales accesos a la ciudad: Km 48, Cruz del Peregrino; en el desvío de Piribebuy –para los que llegan del Este y Norte del país– y otra en Pirayú.
A cada peregrino se le haría una ficha, tomándole la temperatura, signos vitales y consultas sobre antecedentes clínicos. “A las personas de edad y a los niños no se les deja entrar. Las orientaciones están; vamos a tratar en lo posible, pero tampoco les podemos echar”, dijo.