15 ene. 2025

Prolongada exposición de niños a celulares causa retraso cognitivo

Experta asevera que aumentaron las consultas de menores de 3 años porque presentan retraso en el lenguaje. Destaca que los mayores de 6 años experimentan irritabilidad y se niegan a socializar.

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Foto: Pexels.

La convivencia en el encierro y las clases virtuales hicieron de las pantallas las protagonistas dentro de las rutinas de los niños y niñas durante estos dos años de pandemia. Estos hábitos se instalaron con mayor fuerza y registran retrasos significativos en el neurodesarrollo de los menores, en lo que todavía es un proceso de estudio posmedidas de cuarentena Covid-19.

Para la magíster Carminha Ramalho, neurosicóloga infantil y sicopedagoga fonoaudióloga, la exposición prolongada a los celulares y la adicción a los videojuegos se observan con más frecuencia en los consultorios.

“Los padres consultan muy preocupados, ven que sus hijos no desarrollan el lenguaje, el habla, no socializan, no quieren volver a la escuela, aparecen niños con posibles problemas de aprendizaje, desmotivados por ir a la escuela, que prefieren quedar en la casa con la computadora”, comparte Ramahlo.

La profesional refiere con preocupación que aparte de los menores en edad escolar los más afectados son los menores de hasta 3 años.

“Los niños pequeños menores de 3 años, que estuvieron expuestos a pantalla más de 6 a 8 horas al día, para que sus padres o cuidadores puedan hacer el trabajo en la casa o en caso de que tengan hermanitos, puedan realizar sus clases virtuales, son los que más consultan, a causa de retrasos significativos en el neurodesarrollo”, explica la profesional.

Más allá de las pantallas por actividades de educación, los videojuegos son los responsables de cambios en su humor e intereses en pequeños de más de 6 años. “En los niños, y en cuanto a los más grandes, se observa que el exceso de uso de pantalla o videojuegos les volvió más irritables, menos flexibles, más impacientes, a nivel cognitivo les cuesta prestar atención a otras actividades que no tengan que ver con la tecnología y perdieron totalmente la motivación por realizar otras actividades”, acota Ramalho.

ADICCIÓN A VIDEOJUEGOS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace unos días informó que catalogó la adicción a los videojuegos como una enfermedad mental.

Ramalho comentó que se puede observar que los niños se vuelven más irritables.

“Se les quita el celular y hacen berrinches que pueden durar horas. No quieren socializar porque prefieren estar jugando, no les motiva realizar juegos al aire libre o socializar personalmente con sus pares o hacer deportes, pueden estar días jugando e incluso sin comer ni dormir, estas serían algunas señales que los padres pueden observar en sus hijos”, advierte la profesional.

La dependencia a estar varias horas con diferentes juegos en distintas plataformas es en tanto una preocupación que afecta cada vez más a niños y niñas muy pequeños y coincide en la etapa de mayor desarrollo cognitivo.

“Está en todas las edades, pero mi opinión personal es en los primeros 6 años, que es la etapa en la que se desarrolla el cerebro y donde se adquieren habilidades cognitivas importantes para luego desarrollar otras más complejas en la adolescencia”, puntualiza Ramalho, quien añade que se deben mantener horarios por edades para el acceso a las pantallas.

Prolongada exposición de niños a celulares causa retraso cognitivo - ÚH

TEMOR AL REGRESO A LAS CLASES PRESENCIALES

La Dra. Nélida Mink, siquiatra infantojuvenil de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud, explica que “el rol del docente es muy importante. Siempre lo fue y ahora aún más; tiene que saber detectar si algo está ocurriendo con el niño”.

Destacó la importancia de que los docentes brinden respuestas claras a los estudiantes sobre sus temores, porque es esperable que los niños y adolescentes presenten temores en el inicio de las clases presenciales.

Mink, además, comparte que es importante que los padres estén preparados ante la presencia esperable del miedo y otras emociones que puedan estar presentes en el periodo de vuelta a clases. Para lo que recomienda la escucha activa y que monitoreen en contacto también con los docentes sobre los niveles de ansiedad en sus hijos/as.

Otro aspecto es estar atentos al uso seguro y supervisado de redes sociales, videollamadas y juegos en línea que se instalaron como medios cotidianos durante las clases virtuales.

La profesional también se refirió al rol crucial de los maestros, quienes deben propiciar espacios para el diálogo, que pueden ser individuales o grupales.

También identificar a estudiantes que puedan necesitar un apoyo adicional; por ejemplo, aquellos que estén en situación de duelo complicado o que hayan sufrido experiencias traumáticas en periodo de confinamiento, o dificultades en el aprendizaje.