CONCEPCIÓN
Tras la publicación realizada sobre la situación actual del suboficial Víctor Martínez Ferreira (29), que quedó parapléjico a consecuencia de las heridas por la explosión de una bomba en el secuestro de Zavala, una comitiva policial lo visitó ayer en su casa de Kurusu Isabel, Concepción, y prometió asistencia.
El director general de la Dirección de Bienestar Policial, comisario Miguel Urunaga, encabezó la comitiva y destacó que, en consejo de comisarios generales, decidieron iniciar visitas a los camaradas que sufrieron heridas y consecuencias de intervenciones e incursiones. Agregó que así llegaron a la vivienda del suboficial Víctor Martínez, donde hicieron el relevamiento de datos sobre la situación del uniformado. “Relevamos los datos y las necesidades que tiene este suboficial, a los efectos de dotarle de las ayudas necesarias”, destacó.
Indicó que todos los pedidos realizados por los familiares serán tenidos en cuenta y que en poco tiempo habrá respuestas positivas, de manera a posibilitar mayor comodidad al suboficial y buscar su recuperación. “Nosotros vamos a asistirle; es un compromiso. Esto haremos con todos los uniformados que fueron dañados como consecuencia del cumplimiento de su deber”, señaló.
Por su parte, la señora Romilda Ferreira Vda. de Martínez, madre del suboficial, dijo estar contenta por la primera visita que recibe de las autoridades policiales y por la promesa de mayor asistencia a su hijo. “Me prometen que nos enviarán los medicamentos cada mes, también la dotación de un fisioterapeuta que tanto necesita para su recuperación”, dijo la madre.
También dijo que recibió la promesa de un médico para las consultas y asistencias para las veces que fuesen necesarias entre otros aspectos solicitados por la madre.
Los familiares creen que el suboficial muestra signos de recuperación y que con más asistencia médica podría mejorar su condición de vida, ya que hasta el momento es totalmente dependiente de la familia.
La semana pasada, los medios de prensa se hicieron eco de la difícil situación de la familia y del suboficial, que se encuentra en la comunidad de Kurusu Isabel, distante a 10 kilómetros de Concepción.