¡Cuidado con la moda! La recomendación de las dietas milagrosas, como la ketogénica, que se promociona como el boom para bajar de peso, está a la orden del día en las redes sociales y las personas la aplican sin acudir con un especialista en nutrición.
“La dieta ketogénica no es una dieta más. Es por esta razón que no todos pueden seguirla”, advierte Eliana Meza, la licenciada en Nutrición y doctora en Biomedicina. En ese sentido, ejemplificó que este sistema de alimentación no está indicado para las personas que padecen diabetes, tensión arterial elevada o aquellas personas que realizan poco ejercicio. “Tampoco es necesaria para aquellos que lleven una alimentación balanceada y tengan un peso saludable”, señaló.
“Debido a que la pérdida de peso es considerable y rápida, los que están populizando este tipo de dietas son los nutricionistas”, lamentó la doctora Meza. “La dieta ketogénica puede ser contraproducente si no es vigilada atentamente. Pasar de un régimen alimenticio a otro de una sola vez requiere de mucho cuidado. A largo plazo no es recomendable consumir tantas grasas, ya que podrían verse afectados los niveles de colesterol y triglicéridos”.
Consultar siempre con un nutricionista a fin de determinar qué tipo de alimentación le conviene llevar, dadas sus necesidades, es la principal recomendación de la nutricionista.
Meza advirtió que en términos de seguridad, el mayor riesgo asociado a esta dieta es el peligro potencial de ketoacidósis, que ocurre cuando el proceso de ketosis va demasiado lejos. “Cuando se comen grasas, éstas se descomponen en ácidos grasos y ketonas, cuando hay un exceso de ketonas la sangre se acidifica”.
“Esto puede producir un estado de coma e incluso, la muerte. Lo menos grave que produce, es dolor de cabeza, estreñimiento y dolores musculares”, señaló la experta.
¿QUÉ ES? La dieta ketogénica “es aquella en la que los alimentos deberán tener bajo contenido en carbohidratos (pan, cereal, arroz, papa, etc.) y muy alto en grasas, lo que induce un cambio en la fuente principal de energía y en el estado metabólico”.
El objetivo de este plan es crear una situación de cetosis, parecida a la del ayuno, que puede conseguirse bien por una reducción en la ingesta de alimentos o por una reducción de los alimentos ricos en carbohidratos.
“El cuerpo, en ausencia de los hidratos de carbono suficientes como combustible (glucosa), agotará las reservas de glucógeno y la principal fuente de energía pasará a ser la quema de grasas en el hígado”, explicó.
Esta dieta, en caso de aplicarla, solo se debe seguir hasta llegar al peso saludable o adecuado a cada persona.