La actriz y directora Raquel Martínez trae a la vida una adaptación escénica inspirada en el clásico cinematográfico Le Bal (El baile), de Ettore Scola, una película musical e histórica del año 1983, que captura momentos y emociones de distintas épocas desde la perspectiva única de una sala de baile.
En esta versión teatral, Martínez invita a un viaje nostálgico y poético a través del tiempo, donde el bar se convierte en un protagonista único, reflejo de historias humanas que emergen y desaparecen con cada noche.
“Le Bal nos sumerge en un espacio atemporal, un bar decadente y misterioso donde la realidad y la ficción se entrelazan en una atmósfera única, separadas solo por la efímera condición de la noche. Aquí, actores y público comparten un mismo escenario, sin barreras, donde las historias surgen y se desvanecen como el humo de los últimos tragos”, explica la directora.
En ese bar, cada personaje cobra vida, dejando al descubierto grandezas y miserias, penas y alegrías, a través de cada diálogo y cada gesto.
El escenario es una esquina improvisada, un pequeño rincón donde los personajes pueden cantar sus penas o celebrar sus glorias.
Este “confesionario nocturno” recibe a personajes diversos: Desde los tímidos hasta los exuberantes.
La puesta en escena marca el final del ciclo 2024 para los alumnos del tercer año de la escuela de actuación Taller Integral de Actuación (TIA), encabezada por los reconocidos directores Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori. Divididos en tres elencos, los actores presentan la construcción de sus personajes, bajo la dirección de Martínez.