Los directivos de Chaco Minerals, Rodrigo Díaz Mallorquín (gerente general) y Wilmar Bartel (gerente técnico y geólogo), conversaron con Última Hora para destacar que la primera etapa del proyecto ya está vigente y se abonó un canon al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) de aproximadamente USD 1 millón para desarrollar la iniciativa.
El proyecto tiene el objetivo de demostrar que en el Chaco paraguayo existen reservas económicas de litio para ser explotadas y que el Paraguay puede formar parte del denominado Triángulo del Litio, en el que ya hay explotación en Argentina, Chile y Bolivia.
“Identificamos zonas de mayor potencial en el Chaco. Conseguimos el primer permiso de prospección el 18 de diciembre pasado. Sabemos que hay litio, y queremos probar que es económicamente rentable, que hay reservas suficientes, lo que también llevará una logística importante y compleja”, relata Díaz Mallorquín.
La empresa canadiense asociada se llama Valdor Technologies y Díaz Mallorquín mencionó que esta compañía también inyectó capitales en proyectos en Argentina, Estados Unidos y Canadá. Las tecnologías que se usan son nuevas y no contaminan el ambiente, porque no se usa agua dulce.
“No es como Chile, Argentina o Bolivia, donde se utilizan piletas inmensas de evaporación. Estamos haciendo estudios no invasivos y en algún momento sabremos qué hay bajo el suelo, las capas dónde están las salmueras, el agua dulce y salada. Esto les va a servir como dato a productores y al mismo Estado paraguayo”, resalta.
Para los trabajos de prospección, existe un campamento central de la empresa en Filadelfia, con 10 geólogos, además de técnicos y personal de logística.
La ley paraguaya establece un periodo de prospección de un año, postergable a otro año; luego, la etapa de exploración puede ser de tres años y la conclusión puede dar la intención de proseguir el proyecto, con el análisis sobre los retornos que brindará la inversión.
“Vamos a generar datos nuevos para el Chaco en cuestiones de agua subterránea, habrá una infinidad de información como aporte al país, para la agricultura, los ganaderos y para la misma exploración petrolera”, menciona, por su parte, Wilmar Bartel.
La tercera fase, que será de explotación, se concreta luego de la obtención del litio propiamente dicho. “Se procede a su industrialización y comercialización. Se trata del inicio de la minería como tal”, especifica el geólogo.
Con los USD 700 millones en expectativa se aspira a conseguir el carbonato de litio, lo que también impulsará –según Díaz Mallorquín– a otras industrias: “Seremos uno de los pocos países que cerrarán el círculo verde, puesto que con las hidroeléctricas se obtiene energía verde, y bien se puede contar con una industria para cargar energía mediante el litio”, agrega.
Chile, Bolivia y Argentina conforman la mayor reserva de litio del mundo denominada Triángulo del Litio (80% de la reserva mundial).