EFE
En virtud del acuerdo, el segundo mayor fabricante mundial de semiconductores y microprocesadores y la Fundación China para la Conservación del Patrimonio Cultural explorarán vías para colaborar en la inspección, reparación y la preservación de la Gran Muralla, con más de dos milenios de historia en sus tramos más antiguos.
Para empezar, drones de Intel recolectarán imágenes de los tramos de este monumento y utilizarán diseño en 3D para identificar zonas dañadas.
“El uso de las últimas tecnologías dará una nueva perspectiva a la protección de la Gran Muralla, y nos mostrará el enorme potencial de la ciencia y a tecnología en la protección del patrimonio”, destacó a Xinhua el director de la fundación china, Li Xiaojie, tras la firma del acuerdo.
Con más de 8.000 kilómetros de longitud, la Gran Muralla -en realidad formada por diversos muros interconectados y construidos en diversas dinastías chinas- está amenazada por la erosión del agua y el viento además de por la actividad humana en sus proximidades, viéndose dificultada su restauración debido a su enorme tamaño.
La Gran Muralla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.