Rolando Sosa, gerente de la empresa Sosa y Asociados, dio su versión en Monumental 1080 sobre la fuga de amoníaco que se registró el miércoles en la fábrica de la empresa Ochsi, en la ciudad de San Lorenzo.
Aseguró, con base en la factura electrónica de la firma, que la última entrega de 500 kilos del gas peligroso la realizaron en julio del 2023.
“El 27 de julio de 2023, según la factura electrónica, hemos entregado los siete tubos (de amoníaco). Entregamos en puerta, a partir de ahí, ubicaron en sus espacios y de acuerdo con sus circunstancias, utilizan el amoníaco”, afirmó.
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De esa forma desmintió el comunicado que emitió la empresa de embustidos en la víspera en la cual indicó que la garrafa que explotó pertenece a una empresa tercerizada que estaba instalando una fabricadora de hielo.
Cuestionó que la empresa los haya culpado cuando recién se están realizando las pericias, por lo que consideró que se trató de un “blindaje” en cuanto a las responsabilidades.
Solo “entregan” los tubos con amoníaco
Rolando precisó que los 500 kilos de amoníaco que entregaron en julio del 2023 fueron distribuidos en cinco garrafas de 80 kilos y dos de 50 kilos.
“Ese cilindro (de 80 kilos) con amoníaco cargado tiene un valor de quilaje de 180 kilos y el de 50 kilos, tiene un valor de 100 kilos de carga”, manifestó.
Explicó que la relación comercial que mantiene desde hace años es la entrega de los tubos de amoníaco en puerta; es decir, sus técnicos no ingresan a la fábrica de embutidos para el depósito o instalación de los tubos.
Por eso, sostuvo que la empresa proveedora desconoce dónde la empresa Ochsi ubica los tubos con amoníaco.
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“Nosotros entregamos en la entrada el producto. Cuando retiramos, también lo hacemos en la misma entrada. Salvo casos especiales en donde nos piden la realización del servicio de vacío del sistema”, afirmó.
Sobre la línea, agregó que la fábrica de embutidos no solicitó ningún otro servicio más allá de la venta de los 500 kilos de amoníaco.
“De julio a hoy, no solicitaron eso. El único servicio que hemos realizado a partir de la 27 de julio fue exclusivamente a la venta de esos 500 kilos de amoníaco, más de eso no”, indicó.
Cilindro tiene golpes
Todas las empresas que usan el amoníaco deben tener personal capacitado para la manipulación que debe regir dentro de las normas de seguridad, tales como no estar expuestos al sol y no manipular con golpes, de acuerdo con Rolando.
Describió que en las fotos del cilindro que le remitieron se puede observar que cuentan con golpes, por lo que suponen que esa fue la consecuencia de la explosión.
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“En las fotos que ayer nos han suministrado se visualiza que la explosión no fue por una cuestión de presión ni fue por una cuestión de otra circunstancia, sino que suponemos que fue por un golpe que recibió y ese golpe recibido se determina en la pericia que se está realizando”, afirmó.
La fuga de amoníaco, cuya causa aún no se determinó, se registró en horas de la tarde en interior de la fábrica de embutidos, ubicada en San Lorenzo.
Hasta el momento, el siniestro dejó un fallecido y 33 internados, 14 de ellos están intubados.