El reconocido conservacionista e investigador, de la organización sin fines de lucro que trabaja en la defensa y protección, expresa que rechazan la propuesta legislativa, porque, entre otros aspectos, parte de una falacia: busca fiscalizar a las oenegés, lo que da a entender que estas no tienen control o que no existe una fiscalización, lo que es una mentira total, dice, “porque estamos sometidos a una infinidad de controles de todo tipo: de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios, el Ministerio de Economía y Finanzas, la Seprelad etc.”. Todo esto hace que actualmente gran parte de sus recursos administrativos se inviertan en cumplir con todas las disposiciones y controles establecidos, “que son muchos”, alega.
A criterio suyo, atendiendo al nivel y gravedad de las sanciones que quiere establecer la normativa, “es obvio que se busca un control político del trabajo de las oenegés”, sostiene. Lo que le resulta muy peligroso porque la ley le daría poder al Ministerio de Economía y Finanzas a pedir cualquier documentación a las organizaciones, “y en caso de no cumplir se aplicarán sanciones demasiado altas, tanto a los directivos como a la organización, pudiendo decomisarse sus bienes”. Esto es muy totalitario y anticonstitucional”. Considera que puede convertirse en una herramienta para perseguir a las organizaciones que critiquen a las autoridades. “Es muy peligroso un escenario así”, resaltó. Aclara que no están en contra de los controles y fiscalizaciones porque eso en realidad beneficia ante sus donantes del extranjero.