En principio, la idea fue de reparar la estructura de madera sobre el arroyo Guazú, pero hace 30 días el trabajo quedó paralizado con el puente destruido. Ningún tipo de vehículo puede atravesarlo, perjudicando así a pobladores de varias colonias, como Santa Clara y Guillermina, entre otras.
Los afectados acusaron al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) de abandonar las obras de refacción.
Reinaldo Cano, uno de los pobladores, comentó que, debido a esta situación, unos 30 trabajadores de Santa Clara se ven obligados a utilizar caminos alternativos para desviar el puente destruido y poder llegar a sus lugares de trabajo en la ciudad de Nueva Toledo.
“Diariamente, se debe viajar unos 30 kilómetros más para llegar al trabajo; vale decir que sumamos 60 kilómetros ida y vuelta”, dijo Cano, responsabilizando al MOPC de la desidia y el peligro que representa el puente en esas condiciones a transportistas que no conozcan la zona.
Se espera que en el menor lapso de tiempo el puente esté nuevamente en condiciones de utilizarse. Los denunciantes de esta situación aguardan una respuesta con respecto al abandono de parte de los responsables de la cartera de obras.