Una inspección reciente realizada por este medio reveló peligrosas grietas que comprometen la seguridad del puente, originadas principalmente por la destrucción de las juntas de dilatación. Este problema no solo pone en riesgo a quienes transitan por la zona, sino que también genera daños en los vehículos que circulan por la vía.
Tres de las juntas de dilatación presentan deterioro y permite una abertura muy prolongado que golpean los vehículos y causan ruidos muy fuertes con cada cruce de los transportes.
El mantenimiento de la estructura había sido asignado al Consorcio Nuevo Chaco, responsable de la reconstrucción de la ruta, pero este fue apartado debido al incumplimiento de su contrato.
En la actualidad, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) adjudicó la obra a dos empresas (Ecomipa y el consorcio conformado por las empresas TecnoEdil, Construpar y Ocho A), aunque los transportistas continúan esperando una intervención inmediata para reparar las averías.
La falta de atención al puente Nanawa es motivo de preocupación para los usuarios que exigen al MOPC priorizar la seguridad de una infraestructura vital para la región.
El puente Nanawa, ubicado frente al puerto local, es una obra de gran importancia, cuya construcción se inició en 1985 y fue inaugurado en 1989, marcó un antes y un después en la conectividad del país.
Gracias a esta imponente obra se redujo considerablemente la distancia entre Concepción y Filadelfia a través de la región Occidental.
Además de su funcionalidad, el Puente Nanawa es conocido por ofrecer una vista privilegiada del paisaje chaqueño y el río Paraguay, lo que lo convierte en un símbolo arquitectónico y turístico de la zona.
Lamentablemente, el estado de la ruta Concepción-Pozo Colorado nunca cooperó para que la conexión vial con el Chaco y Asunción sea más eficiente. El asfaltado construido en la era del ex presidente, Juan Carlos Wasmosy, solo duró un lustro y luego todo deteriorado.
La falta de mantenimiento en el puente refleja la urgencia de priorizar infraestructuras vitales para garantizar la seguridad y el desarrollo regional. Los usuarios esperan que las autoridades tomen medidas inmediatas para preservar este icónico símbolo de conectividad y progreso. Un total de 90 km de este tramo fue limitado hace poco y dos consorcios estarán reconstruyendo con pavimento rígido, que será la primera experiencia en el país.