Una inspección reciente realizada por Última Hora reveló peligrosas grietas que comprometen la seguridad del puente, originadas principalmente por la destrucción de las juntas de dilatación.
Este problema no solo pone en riesgo a quienes transitan por la zona, sino que también genera daños en los vehículos que circulan por la vía.
Tres de las juntas de dilatación del puente Nanawa presentan deterioro y permiten una abertura muy prolongada, que golpea los vehículos y causa ruidos muy fuertes con cada cruce de transportes.
El mantenimiento de la estructura había sido asignado al Consorcio Nuevo Chaco, responsable de la reconstrucción de la ruta, pero este fue apartado debido al incumplimiento de su contrato.
En la actualidad, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) adjudicó la obra a dos empresas (Ecomipa y el consorcio conformado por las empresas TecnoEdil, Construpar y Ocho A), aunque los transportistas continúan esperando una intervención inmediata para reparar las averías.
La falta de atención al puente Nanawa es motivo de preocupación para los usuarios que exigen a la cartera estatal priorizar la seguridad de una infraestructura vital para la región.