Por su parte, el presidente de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), Julio César Vera Cáceres, reconoció que el Gobierno paraguayo poco puede hacer para resolver la situación, más que transmitir al Gobierno uruguayo el perjuicio que está causando el conflicto.
Dumot añadió que “lastimosamente no hay solución por ahora”. “Se siguen acumulando contenedores en Montevideo, eso está demorando cargas importantes en varios sectores. En el sector importador particularmente, mercaderías que tienen que llegar para fin de año, insumos en época de fiesta, por un lado. Así como el sector cubiertas también está afectado porque entra la temporada de cosecha de soja y tienen que tener el stock de cubiertas disponible. Está también el caso de maquinarias y productos agroquímicos para la producción”, señaló.
Peor. El presidente del CIP alertó que la situación se está volviendo cada vez más compleja, que va empeorando. “La cantidad de cargas retenidas es cada vez mayor, y obviamente para desagotar luego el cuello de botella el tiempo que tenemos es cada vez más corto. Si antes teníamos 15 días para solucionar este problema, hoy ya nos quedan cinco o diez días”, advirtió.
Relató que las exportaciones son complicadas porque ahí hay mayores costos en la demora, porque la mayoría, por ejemplo, de la exportación de carne es en contenedores refrigerados, y “eso tiene mucho mayor costo”. “Si esos costos que están sufriendo las navieras allá son transferidos después acá a los clientes finales, a los importadores, eso puede repercutir también en los precios de estas mercaderías de fin de año, precios para el consumidor final”, adelantó.
Por su parte, Vera Cáceres calificó como “realmente grave” la situación, y recordó que genera pérdidas al fisco, y al decir de Óscar Orué, director general de Ingresos Tributarios, a la fecha se superan los G. 100.000 millones por la no operación del puerto.