El puma fue visto campando a sus anchas por las calles de Providencia y Ñuñoa, dos ajetreados barrios de la capital, que vivían su segunda jornada con toque de queda de diez de la noche a cinco de la mañana.
Según explicó a Efe el veterinario y miembro del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) Rafael Asenjo, el animal habría aprovechado la ausencia de personas y de estímulo para iniciar su incursión felina que incluyó un paseo por las dependencias de un colegio y por los jardines de alguna propiedad privada en la que buscaba cobijo.
Fueron varios vecinos de la zona los que alertaron a las autoridades de la presencia del puma y tras un tedioso operativo de Carabineros (Policía chilena) y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) lograron capturar al animal.
Tras un análisis veterinario, que incluyó exámenes de sangre, radio y ecografías, el Centro de Rehabilitación del Zoológico Nacional de Santiago dio su alta médica, lo que llevó al SAG a determinar su reinserción inmediata en el medio natural, en la cordillera de los Andes, lo que se concretó este viernes.
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El ejemplar, de la especie Puma concolor (protegida por ley), era un macho juvenil de aproximadamente un año y dos meses de edad, y contaba con un peso de 30,8 kilos.
“Tras el chequeo realizado podemos afirmar que el ejemplar está sano, tiene un comportamiento silvestre acorde a su edad, está en muy buena condición corporal y no tiene ningún tipo de alteración”, dijo Natalia Durán, veterinaria del zoológico, según recogió un comunicado del SAG.
El lugar donde fue liberado el animal “es nuevo para él” y tendrá que adaptarse, agregó Durán, quien no obstante considera que este puma “ya tiene todo el instinto” para hacerlo y que “probablemente” por eso fue encontrado en la ciudad, porque “estaba buscando un territorio” en el que poder asentarse.
El puma, según indicó Asenjo, “siempre ha habitado la región central de Chile” siendo frecuente su presencia en zonas de cordillera o precordillera, y aunque han existido avistamiento previos en zonas urbanizadas “nunca se había visto uno tan abajo”, aseguró.
Además el veterinario, experto en animales salvajes, señaló que su aparición también puede responder a otros factores como la escasez de alimento provocada por la sequía y la urbanización, que en las últimas décadas se ha ido aproximando cada vez más a la cordillera de los Andes.
“La fauna silvestre no está invadiendo a la ciudad, somos nosotros los que estamos aumentando de tamaño y los animales solo tratan de acoplarse. Es importante que en las zonas de interacción la gente tenga educación y respeto”, sentenció.
Según informaron varios residentes, otro puma fue avistado el miércoles en un barrio del este de la capital.
Sin embargo, en esta ocasión, y tras un operativo de tres horas, las autoridades no lograron dar con el animal