“Hoy Jesús está en el cielo, nos mira” —recordó el Papa Francisco— y “vendrá entre nosotros, aquí sobre el altar”.
Pero “también hoy Jesús llora, porque nosotros hemos preferido el camino de las guerras, la senda del odio, la senda de las enemistades».
Todo esto se comprende aún más ahora que «estamos cerca de la Navidad: habrá luces, habrá fiesta, árboles luminosos, también pesebres... todo apariencia: el mundo sigue declarando la guerra, declarando la guerra. El mundo no ha comprendido la senda de la paz”.
Es una cuestión crucial. “Una vez —recordó el Papa— Jesús dijo: ‘No se puede servir a dos señores: o Dios o las riquezas’”. Y “la guerra es precisamente optar por las riquezas: ‘Fabricamos armas, así la economía se equilibra un poco, y seguimos adelante con nuestros intereses’”.
Al respecto, afirmó el papa Francisco, “hay una palabra fea del Señor: ‘¡Malditos!’”, porque “Él dijo: ‘¡Benditos los constructores de paz!’”.
Por lo tanto, los “que causan la guerra, que provocan las guerras, son malditos, son delincuentes”.
(…) Vuelven, así, las palabras del Señor sobre Jerusalén, que nos recuerda el Evangelio de San Lucas:
“¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz!” (…) La cuestión es que hoy “no se comprende el camino de la paz”.
O sea, “la propuesta de paz de Jesús no fue escuchada”. Y “por eso llora mirando Jerusalén y llora ahora” (…) “pidamos la conversión del corazón”.
(Frases extractadas de http://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2015/documents/papa-francesco-cotidie_20151119_camino-paz.html).