“Hace unos dos meses fui padre, y mi esperanza para mi hija es que no tenga que vivir la misma vida que yo vivo ahora, siempre temiendo la violencia, las demoliciones de casas, los desplazamientos forzosos a los que mi comunidad, Masafer Yatta, se enfrenta cada día”, dijo Adra al recibir el galardón sobre las tablas del Teatro Dolby de Los Ángeles.
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Masafer Yatta es un conjunto de 12 aldeas palestinas, entre ellas la Al Tuwani, natal de Adra, al sur de la ciudad cisjordania de Hebrón.
No Other Land abarca cinco años de grabaciones (2019-2023) en Masafer Yatta, en los que el público sigue las demoliciones de infraestructuras palestinas ante la conversión de la zona en un campo de entrenamiento de defensa israelí aprobado por el Gobierno.
El pasado 27 de febrero, Amnistía Internacional denunció, entre los resultados de una investigación sobre el terreno, que Israel contribuyó a crear un entorno coercitivo en Masafer Yatta que promueve el desplazamiento forzoso de su población.
En la noche del sábado, poco antes de que comenzara la gala de los Oscar, decenas de colonos armados procedentes del asentamiento israelí Carmel irrumpieron en la aldea de Umm al Khair –parte de Masafer Yatta– para intimidar a sus residentes, denunciaron las redes de activistas en la zona, exponiendo grabaciones de las cámaras de seguridad.
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Paradigma de la ocupación de Cisjordania
Las aldeas de Masafer Yatta se encuentran en el área C de Cisjordania, que engloba el 60% del territorio y está bajo control tanto militar como administrativo de Israel, lo que permite a las autoridades de este país denegar los permisos de construcción a la población palestina u ordenar la demolición de sus infraestructuras.
El propio Adra relata en el documental cómo los 2.500 palestinos que residían en Masafer Yatta afrontaban la posible expulsión forzosa de sus hogares. Desde su rodaje, cientos de ellos fueron desplazados.
Tras el alto el fuego en Gaza, las ya habituales demoliciones de viviendas a manos de las fuerzas israelíes y los ataques a la población por parte de los colonos se convirtieron en una constante, como muestran las imágenes difundidas por sus residentes cada día.
El pasado 18 de febrero, el activista palestino Mahmud Jamal relataba a EFE la destrucción de tres viviendas en Umm al Khair.
“La ocupación israelí demolió tres casas en la aldea de Umm al Khair que daban hogar a más de 20 personas, y otra casa en Al Tuwani, especialmente en Al Rakeez, donde vivían siete personas; entre ellas tres estudiantes de la escuela en la que enseño”, decía en mensajes de texto.
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Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), entre el 4 y el 10 de febrero, Israel demolió 49 infraestructuras de la población palestina en Cisjordania que no tenían permisos de construcción de manos de las autoridades israelíes, “los cuales son prácticamente imposibles de conseguir”, puntualizó la OCHA.
Las demoliciones desplazaron a 58 habitantes de Masafer Yatta, entre ellos 27 menores de edad. Residían en las comunidades de Khallet Athaba, Mughayir al Abeed y Jinba, que Israel designó como parte de la Zona de Tiro 918.
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“Las demoliciones generalizadas indican probablemente la intención del Estado (de Israel) de aplicar su plan de expulsar a todos los palestinos de la Zona de Tiro 918 de Masafer Yatta”, denunció la oenegé pro derechos humanos israelí Peace Now.
Zona de tiro
Las zonas de tiro son áreas militares que Israel reserva para el entrenamiento de sus fuerzas. La 918, establecida en 1980, rodea Masafer Yatta y alberga en su interior diez asentamientos de colonos israelíes.
El recuento de Peace Now eleva a 147 los asentamientos israelíes en Cisjordania (excluyendo Jerusalén Este), y a 224 los puestos de avanzada, que suponen el inicio de una de estas colonias y que, a pesar de ir contra la legalidad israelí, acaban también recibiendo protección y en algunos casos regularizándose.
Para la Corte Internacional de Justicia, todos los asentamientos y la ocupación israelí en Cisjordania son ilegales, según determinó el pasado verano, instando a Israel a desmantelarlos y a evacuar a todos los colonos.
Fuente: EFE.