Tanto los defensores de los ocho rugbistas como los abogados de la familia de Fernando Báez Sosa anunciaron que van a apelar la condena.
La familia, por una parte, pide la prisión perpetua para los ocho procesados, mientras que la defensa de los abogados apelará la pena otorgada a los acusados.
Entre los condenados a prisión perpetua por homicidio doblemente agravado con premeditación y alevosía se encuentran Máximo Pablo Thomsen, de 23 años; Ciro Pertossi, de 22; Enzo Comelli, de 22; Luciano Pertossi, de 21, y Matías Benicelli, de 23 años.
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En el caso de Máximo Thomsen, fue acusado de liderar el grupo y de desplegar una fuerza inhumana contra Fernando Báez, dándole patadas en la cabeza cuando estaba inconsciente.
Ciro Pertossi fue visto en la escena del crimen y testigos lo reconocieron pegando a Fernando en la cara, como también lamiéndose los nudillos para limpiar la sangre y borrar los rastros al momento de su detención.
Enzo Comelli fue el que le dio el primer golpe a Fernando por detrás y a traición. También agredió a uno de los amigos para evitar que lo ayudara.
Luciano Pertossi fue el primero que rompió el silencio y dijo que no estaba en los videos que mostraron los abogados de la familia. No obstante, los amigos lo vieron pegándole a Fernando y también a todos los que se acercaban para ayudarlo y fue identificado por su vestimenta y también pruebas de ADN que lo ubicaron en el lugar.
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En lo que respecta a Matías Benicelli, trató a Fernando de “negro de mierda” y tenía sangre del joven tanto en la ropa como en el calzado, tras propinarle patadas cuando este estaba en el piso. Es sindicado de haber arengado a sus amigos y de pedir que lo mataran, incluso.
Condenas de 15 años a partícipes del crimen
El Tribunal halló culpables a Blas Cinalli, de 21 años; Ayrton Viollaz, de 23, y Lucas Pertossi, de 23 años, como partícipes secundarios del homicidio de Fernando Báez.
Los tres fueron condenados a 15 años de prisión, lo que dejó disconformes a los abogados y a la familia, que ya anunciaron que van a apelar la sentencia.
Blas Cinalli fue visto pegando a Fernando y bajo la uña de la víctima fatal se encontró ADN del joven. Sin mayor remordimiento, manifestó que solo quería tomar vino y fumar flores tras el crimen e incluso mandó una selfi festejando que lo mataron.
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Lucas Pertossi fue señalado como el camarógrafo de la banda, ya que filmó el ataque y golpeó a los amigos de Fernando durante el crimen. También se lo sindica de participar en una agresión en grupo a otro joven, cinco días antes, además de informar a los demás que Fernando “caducó”, tras encontrarse en el lugar de los hechos.
Finalmente, se encuentra Ayrton Viollaz, quien no habría dejado a los amigos de Fernando defenderlo, además de golpear al fallecido al inicio de la agresión y arengar a sus amigos.
Antecedentes del caso
El caso cobró una enorme relevancia mediática tanto en Argentina como Paraguay, donde miles de personas exigieron justicia y todos los medios de comunicación estuvieron realizando una cobertura desde el inicio del juicio.
Fernando Báez, quien era hijo de paraguayos, fue asesinado a golpes por el grupo de ocho rugbistas cuando fue en el 2018 a Villa Gesell, una ciudad veraniega de Argentina, a vacacionar con sus amigos y su novia.
La terrible agresión se dio a la salida de una discoteca, donde minutos antes se había registrado un altercado. El ataque fue premeditado y no se pudo determinar cuál de los golpes acabó con la vida del joven Báez Sosa, quien tenía tan solo 18 años al momento de su muerte.