El legislador uruguayo, Daniel Caggiani, actual presidente del Parlamento del Mercosur, Parlasur, es un convencido de que esta institución de carácter legislativo del bloque debe tener mayor incidencia, mucho mayor protagonismo en el proceso de integración regional, y que la calidad de la representación es una responsabilidad de los partidos políticos. De contracara a las opiniones negativas que abundan sobre el Parlasur, Caggiani inició un proceso de acercamiento a los cancilleres y a los responsables de las demás instituciones del Mercosur dispuesto a revertir la imagen poco favorable que arrastra el Parlasur, creado en el 2005 y en funcionamiento desde el 2007. En Asunción, visitó al canciller nacional, Luis Alberto Castiglioni, y mantuvo reuniones con sus pares parlamentarios.
- ¿Qué se siente representar a una institución que tiene una imagen muy negativa y sobre la que existe el consenso de que es una institución que huelga?
- Cuando se creó el Mercosur en la década del 90, básicamente uno de los déficits más importantes que tenía era la representación social y política del bloque. En términos más concretos, un déficit democrático.
El Parlamento del Mercosur se creó para dar una dimensión política al bloque y que la discusión de las agendas saliera del punto de vista de las Cancillerías o los Ministerios de Economía, que son los que integran el Consejo del Mercado Común (CMC). Como una institución con una visión supranacional, que piense en la integración un poco más, no solo en las lógicas nacionales.
En la región, la política no está de moda por muchas problemáticas de la propia política, lo que en realidad es una debilidad.
Creo que lo importante es cómo, asumiendo esos desafíos, podemos discutir con la sociedad acerca de la necesidad de la integración.
No va a haber un desarrollo pleno de nuestros países si no hay integración regional, que no es solo una zona de libre comercio, sino una integración plena de los trabajadores, de los estudiantes, de los ciudadanos. Para eso, primeramente se necesita una vocación, un liderazgo político.
El Parlamento del Mercosur intenta hacer eso con todos sus déficits, como tiene cualquier institución en Latinoamérica. Creo que lo importante es qué podemos hacer para que el Parlasur sea una puerta para muchos actores que lamentablemente hoy no tienen una voz en la integración.
- ¿Cómo tomaron en el seno del Parlasur la decisión que anunciaron los presidentes del bloque de que la elección de los parlasurianos ya no se dará por voto directo, sino que uniformarán el mecanismo para que cada Congreso designe a los representantes del país ante el Parlasur?
-En realidad lo que hubo fue una decisión de algunos cancilleres del Mercosur que firmaron una modificación del protocolo. El protocolo vendría a ser como un instrumento jurídico que tiene el derecho del Mercosur que cuando se internaliza por parte de los parlamentos nacionales, comienza a ser ley en el bloque.
Esa modificación del protocolo no tiene vigencia hasta tanto no se internalice a los treinta días de depositado.
Para mí fue una decisión desacertada porque ni siquiera tuvo por lo menos un dialogo político entre los parlamentarios y cancilleres, y sobre todo el Consejo del Mercado Común.
Nosotros queremos que haya una ampliación del período de transición de la elección directa y, además, que cada vez que haya una modificación, se realice una consulta previa y también se pueda establecer un mecanismo de apoyo.
Creo que hay procesos que hay que discutir y trabajarlos y, sobre todo, tratar de atendernos. Uno puede tener su opinión acerca de la validez del Parlasur y cuestionar que solamente hace recomendaciones, pero estoy seguro de que hay muchos parlamentarios del Mercosur de la delegación paraguaya, de la delegación argentina, de la delegación brasileña, uruguaya y venezolana que queremos que el Parlamento tenga más competencias, no menos competencias. Y eso, también es una discusión interesante.
- El Parlasur tiene una pésima imagen en Paraguay. Los partidos proponen para parlasurianos a figuras o de escasa honorabilidad e idoneidad o con cuentas pendientes con la Justicia. Siguen un criterio clientelar. ¿Cómo mejorar la calidad de la representación?
- Creo que ahí hay un papel muy importante de los partidos políticos, de incluir en la lista de sus candidatos a sus mejores cuadros.
La delegación paraguaya ha tenido un papel destacado en materia de asistencia y de trabajo en el Parlamento del Mercosur.
La nueva delegación paraguaya tiene una propia actividad, hay personalidades muy importantes. Desconozco cuáles son los temas más de fondo que usted me plantea, pero me parece que eso también pasa en los diferentes países del bloque. Aquellos que tienen representaciones como el caso de Uruguay, Brasil y Venezuela, y aquellos que tienen legisladores (parlasurianos) electos de manera directa. Esto no puede ser como el Plan B de los políticos. La integración es nuestro futuro y nuestra visión estratégica como región
- ¿Entonces?
- Creo que el Parlasur no tiene que ser un plan B de nadie, sino justamente tratar de poner los mejores cuadros allí. La institución tiene 11 años de nacimiento. Es decir, en término relativo, es casi como un niño. Tiene cosas que mejorar, pero creo que no es el mayor problema que tiene el Mercosur.
¿Cuáles son los mayores problemas del Mercosur?
- El problema del Mercosur tiene que ver con el corazón económico, con la discusión del arancel externo común, con qué hacer para que no sea un bloque solo comercial, que sin dudas es importante, sino también un área de integración de infraestructuras. Nuestros principales productos de exportación pagan tres o cuatro veces más de costos por trasladarse de los lugares de donde sale la producción a destino, y esto es una ineficiencia de los Estados en planificar las infraestructuras, la integración. ¿Dónde quedó la agenda del Banco del Sur?
-¿Hacia dónde debería orientarse el Parlasur?
-La Unidad ´Técnica de Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur, Focem, ha tenido una capacidad de llevar proyectos importantes y señalar equivocaciones. Creemos que el Parlasur tiene que ir hacia ese camino, ser un lugar de entrada de las preocupaciones de la ciudadanía