Él no quería que los niños y jóvenes aprendieran a pensar, analizar, corregir y criticar. Por ese motivo se cerraron colegios; muchos docentes (yo incluida) fueron despedidos de sus tareas, también autoridades y directores que no se ajustaban a la línea del Dictador.
Todo debía hacerse según sus normas, deseos e imposiciones.
¿Qué puede hacer el nuevo presidente por la educación?
Todos sabemos sobre la importancia de aprender a leer y calcular, tareas fundamentales, necesarias para la vida. De estas dos habilidades depende el futuro de nuestros compatriotas, ya sea en el trabajo que quieran emprender, como empleados o líderes del comercio y la industria.
También es doloroso que un gran porcentaje de nuestra gente no entiende lo que lee o escribe. ¿Cómo podría emprender algo sin estas habilidades tan necesarias?
Sería un desafío grande, pero necesario, que nuestro presidente y autoridades visiten nuestras escuelas en el interior y en la capital. Imaginen lo valioso que sería que comiencen a realizar estas visitas, que animen a los docentes y a los niños para que se sientan alentados y orgullosos.
¿Qué pueden hacer nuestros intendentes por la Educación?
Enseñar y comprometer a nuestros compatriotas a reciclar todos los insumos que se puedan reutilizar para volver a servir en las industrias y comercios, logrando beneficios para la naturaleza.
¿Qué podemos hacer los empresarios?
- Apoyar y reglamentar horarios convenientes para que los empleados puedan terminar sus estudios, tanto primarios como secundarios, incluso la universidad.
- Contratar docentes en las fábricas en horas adicionales para que los trabajadores aprendan estudiando en horarios extras y sea posible la superación en logros académicos.
- Ascender a funcionarios en la empresa por su buen desempeño, responsabilidad y compromiso.
Nos cuesta leer (muy pocos son adictos a la lectura), pero cuánto nos ayuda para comprender, mejorar nuestro vocabulario, expresarnos y escribir correctamente.
Sería ideal que contraten maestros para algunos funcionarios que necesitan aprender habilidades de cálculo y lectura, para ser útiles allí donde estén.
Casitas para la educación
Les paso a mis colegas empresarios esta sugerencia que no cuesta casi nada y puede estimular a niños, jóvenes, docentes y empleados a disfrutar y aprender de la lectura.
Se trata de colocar cerca de la portería una casita de madera, pequeña y llamativa. La empresa la llena con todo tipo de lecturas, sobre todo para los niños. Todos pueden traer y llevar libros a casa.
¡Empresarios…! ¿Qué les parece? Sería un aporte genial para la educación.
Carmen Cosp, past presindet de ADEC.