Se cumplen 13 días de protesta contra el senador Óscar González Daher. Como todos los días, un grupo numeroso de ciudadanos marchó desde la Plaza Mariscal López hasta la vivienda del legislador, en Luque.
No solo los luqueños protestan, también estuvieron pobladores de San Lorenzo, Mariano Roque Alonso, Asunción e incluso Hernandarias, este último del Departamento de Alto Paraná, según comentó Emiliano Sanabria, quien casi sin voz agregó que no se registraron incidentes.
Cantaron el Himno Nacional, lanzaron pintura contra la vivienda de González Daher y quemaron lo que simboliza la cabeza de una rata, pero con la imagen del parlamentario pegada a ella. También lleva una peluca en alusión a su cabellera postiza, que también le valió el apodo de “peluquín”.
Así materializaron a la expresión “senarratas” atribuida a las autoridades del Poder Legislativo involucrados en hechos de corrupción. En el caso del congresista luqueño por la manipulación de la justicia desde el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) revelada tras la filtración de conversaciones telefónicas.
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Si bien la barra Chancholigan’s se sumó el pasado lunes con mayor alboroto en las manifestaciones, en los últimos días solo se presentaron sus representantes ante supuestas amenazas. El senador había presentado una denuncia por la “destrucción” de su vivienda y algunos hinchas ya tienen problemas con la Justicia por perturbación a la paz pública.
Las movilizaciones seguirán hasta que el parlamentario renuncia o lo destituyan de la Cámara Alta, de acuerdo a la advertencia de la ciudadanía que protesta todas las noches.
Caso González Daher
El 22 de diciembre del año pasado se convirtió en el primer legislador de la era democrática en perder su investidura.
En este sentido, marcó la historia del país, pero también sentó un precedente para la ciudadanía, que desde entonces es más consciente de que es una posibilidad deshacerse de los corruptos que ocupan bancas en el Congreso, pero para ello es necesario hacerse escuchar.