El 29 de diciembre del 2009 se daba la noticia sobre la captura de Jarvis Chimenes Pavão, quien mantenía una vida de lujos en la estancia 4 Filhos.
Entre las comodidades que tenía en ese entonces se encontraban una piscina climatizada, salas de juegos y gimnasio, cocina con muebles de mármol, equipos de karaoke al aire libre, quinchos con sofá de cuero importado, así como vehículos costosos y una avioneta.
Los medios brasileños mencionan a Chimenes Pavão como un traficante de drogas en Paraguay y proveedor de estupefacientes para la zona de Santa Catarina, Brasil.
Según la Justicia del vecino país, al momento de su captura, el mismo llevaba al menos 15 años en el narcotráfico.
En 1994, cayó preso en Camboriú por la incautación de 25 kilos de cocaína. Pavão contrató a los mejores abogados de la región y así consiguió su libertad.
Negocios, las FARC y el EPP
Entre los años 1994 y 2000, los agentes federales lograron reunir pruebas que lo vinculaban con el narcotráfico y lavado de dinero. Sin embargo, Jarvis se fugó hacia el Paraguay, desde donde manejaba el tráfico de drogas con amplia protección policial.
La Policía del Brasil descubrió que “el barón de la droga” montó una empresa de exportación de cervezas en Pedro Juan Caballero, la cual utilizaba, siempre según información de inteligencia, como fachada para enviar droga a Colombia. A su vez, la firma intercambiaba la mercancía por armas a la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los vínculos entre las FARC y el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), según las fuerzas de seguridad del Paraguay, se dan en el hecho de que estarían actuando como protectores de narcos que operan en el Norte, y las investigaciones de la Policía Federal del Brasil expuestas por medios de comunicación del vecino país vinculan a Pavão con este grupo criminal.
A su vez, el senador Eduardo Petta, en una conferencia de prensa realizada el 28 de junio del 2016, señaló que el traslado de Jarvis Chimenes Pavão de Tacumbú a la Agrupación Especializada, tras hallarse dinamita en una de las paredes, podría estar vinculado con el EPP.
El legislador, incluso, habló de que el grupo criminal habría secuestrado a un adolescente, colono menonita, en la colonia Río Verde de San Pedro, solo días después de que se ordene el traslado de Pavão del penal de Tacumbú, donde tenía un lujoso penthouse.
Contraria a esta versión, la abogada del brasileño, Laura Casuso, salió con declaraciones en las que afirmó que su cliente ayudaba económicamente a las fuerzas de seguridad paraguayas para la lucha contra este grupo criminal, lo que no fue negado ni confirmado por ninguna autoridad.
Según las investigaciones que consiguieron su condena, la organización de Jarvis se expandió a Bolivia y con su propio avión hacía entregas en San Pablo (Brasil) y distribuía a pequeñas organizaciones del estado de Minas Gerais. Esta mercancía era comprada en Amambay. De acuerdo con las sospechas de la Policía Federal del Brasil, el 80% de la droga llegaba a la zona del Balneario Camboriú e Itajaí.
El brasileño tenía una empresa de venta de autos en Santa Catarina y posteriormente migró a la zona de Camboriú, desde donde también controlaba sus negocios.
Jarvis Chimenes Pavão fue condenado a 17 años y ocho meses de prisión por narcotráfico, sentencia firmada por el juez federal Odilon O Reis y dictada por el Tribunal de Justicia de Santa Catarina. En Paraguay está condenado por lavado de dinero y espera el proceso de extradición al Brasil.
Su captura
En el 2009, por medio de una alianza internacional entre Paraguay, Estados Unidos y Brasil, tras el trabajo de inteligencia por más de un año y el cambio de varios hombres en instituciones antidrogas y de seguridad del Estado paraguayo, se capturó a Jarvis Chimenes Pavão en la estancia 4 Filhos, ubicada en Yby Jaú, Departamento de Concepción.
El operativo tuvo como principal característica la sorpresa, fue así que, alrededor de las 05.00, bajo una tormenta, se procedió a capturar a Pavão. Posteriormente empezó a cumplir su condena en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
Embajador narco
Ya en el año 2014, una investigación periodística del Brasil, titulada “Los embajadores del Narcosul”, realizada por la cadena Globo, reveló –según informes de inteligencia– que llevaba una vida de lujo dentro de la penitenciaría de Tacumbú.
Según otra publicación del segmento Extra de Globo, el capo narco pagaba a las autoridades penitenciarias de Tacumbú unos USD 300 por día para tener privilegios.
El texto señalaba que la vida de Chimenes en Tacumbú era un beneficio antes que un castigo por sus crímenes. “Tiene una oficina de 20 metros cuadrados, equipada con dos computadoras, impresora, televisor de pantalla plana y nevera. En la puerta, cuenta con guardias exclusivos”, detalla.
Siempre según la publicación, Pavão hacía de embajador del tráfico de drogas en el Mercosur desde su lujosa celda.
En aquella ocasión, el ex director de Tacumbú y destituido como director de Institutos Penales, Artemio Vera, negó que el mismo tuviera algún privilegio y afirmó que este estaba separado de la población común de la penitenciaría “por cuestiones de seguridad”.
Escándalo en Tacumbú
El 25 de julio del 2016 se encontró un kilo de dinamita en gel –similar a la utilizada por el EPP en sus golpes– en una de las murallas del penal de Tacumbú, Asunción. La misma estaba lista para ser detonada, incluso intentaron prenderle fuego a la mecha, pero no explotó.
El artefacto intentó ser utilizado para hacer un hueco en uno de los muros, específicamente en el Pabellón 3, conocido como Adventista, lugar cercano a la celda de Jarvis Pavão. Sin embargo, el fiscal Joel Cazal, quien investiga el caso, afirmó que era imposible que Jarvis sea el beneficiario de algún plan de fuga, ya que este no tenía acceso al lugar.
Tras el incidente se ordenó el traslado del “barón de la droga”, pero existieron llamativas actuaciones que impidieron que el mismo salga de Tacumbú, por lo que luego fue destituida la ministra de Justicia, Carla Bacigalupo, y como encargado de Despacho asumió Ever Martínez Fernández, hijo del ministro de Defensa, Diógenes Martínez.
El penthouse de Jarvis Pavão y sus obras
Tras el traslado de Chimenes a la Agrupación Especializada y el cambio de autoridades, las nuevas autoridades penitenciarias revelaron las comodidades y privilegios con los que contaba el recluso en Tacumbú.
La exposición de los beneficios de Pavão conllevó la reacción de su abogada, quien no solo cuestionó el traslado, sino también sacó a la luz una serie de obras y aportes que el recluso dejó en la penitenciaría desde que ingresó en el año 2009.
Una cancha de fútbol, una capilla, una biblioteca, un comedor, salario para cocineras, un pabellón para 120 personas, alimentos para 80 reclusos, baños y hasta una nueva habitación para el director del penal son algunas de las obras que –según la abogada Casuso– su cliente dejó a la cárcel.
Laura Casuso comentó que su cliente no comía el mismo menú que los demás reos, relató que se alimentaba de restaurantes, por su seguridad.
Todas las obras realizadas y la remodelación de su celda, que entre otras cosas tenía la pared revestida en piedra, muebles hechos a medida, un somier, un juego de sofá, un lujoso baño, aire acondicionado, televisión y equipo de audio, debían ser aprobadas por las autoridades penitenciarias, quienes a su vez eran las mismas que negaban la existencia de dichos privilegios.
Finalmente, por orden del presidente de la República, Horacio Cartes, y tras un intento fallido, personal táctico a cargo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) trasladaron a Jarvis Chimenes Pavão a la Agrupación Especializada, donde actualmente guarda reclusión. Su defensa apeló el traslado, pero no consiguió que sea revocado.
Pavão guarda reclusión en la Agrupación y lo único que pudo llevar de su anterior penthouse es su somier.
Casuso cuestionó varias veces el trato que el hombre recibe en la Agrupación Especializada. Además, advirtió que si su cliente es extraditado, el Paraguay perderá la frontera en el marco de la guerra narco que se vive en el norte. Señaló que el mismo actúa como un moderador en la zona.
Mediador ante el EPP
Familiares de Félix Urbieta visitaron a Jarvis Chimenes Pavão durante el lunes 21 de noviembre del 2016. El ganadero está en manos del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
La familia se acercó hasta Pavão luego de confirmarse la prueba de vida que recibieron por parte de los captores de Félix Urbieta, secuestrado el 12 de octubre de ese año. Acudieron al lugar, supuestamente, para pedir un préstamo de USD 500.000 para pagar por el rescate.
Durante una entrevista concedida a Telefuturo, Pavão tocó temas como su papel en la liberación de Arlan Fick (secuestrado por el EPP y luego liberado), su colaboración con el Ministerio del Interior con equipos de escucha y, finalmente, habló del supuesto plan de atentado contra el presidente de la República, Horacio Cartes.
Vistas que culminaron en homicidios
En enero del 2017, la pareja de brasileños Paulo Jacques (41) y Millena Soares Bandeira (26) fueron asesinados por sicarios en Asunción minutos después de haberse reunido con Jarvis en la Agrupación Especializada. Datos de inteligencia hablan de que las víctimas eran personas de confianza del condenado.
En octubre del 2017, un ataque a tiros cometido por sicarios en el barrio residencial Madame Lynch, de Asunción, dejó como víctimas fatales a William Giménez Bernal (28), oriundo de Pedro Juan Caballero, y su hijo, Gabriel Giménez González (5). El hombre visitó en cinco ocasiones a Jarvis Chimenes Pavão en la Agrupación.
Ronny Pavão (42), hermano de Jarvis, fue asesinado a tirosen la vía pública de Ponta Porá, Brasil, zona fronteriza con Pedro Juan Caballero. Esto ocurrió el 14 de marzo del 2017. Según versiones de conocidos de la víctima, el hombre se dedicaba a administrar los bienes de la familia. La jueza Yolanda Morel no dio permiso a Jarvis Pavão para asistir al sepelio de su hermano.
Cumplió su condena
El jueves 28 de diciembre del 2017, Jarvis compurgará la condena en Paraguay, por lo que la jueza Lici Sánchez ordenó que el mismo día sea extraditado al Brasil, vía aérea. Como última estrategia, la defensa recurrió a un habeas corpus que fue firmado por el juez Crescencio Ocampos, de Santaní, y se suspendió la extradición.
Esta medida fue tomada con mucha sorpresa por las autoridades y motivó una auditoría en la oficina del juez. Llamativamente, el magistrado firmó la resolución y pidió permiso por tres días, para luego iniciar sus vacaciones.
La defensa de Jarvis Pavão afirma que su cliente puede ser secuestrado y asesinado en el caso de ser extraditado al vecino país, donde le espera una larga condena.
Pese a esto, la jueza Lici Sánchez ratificó este miércoles la orden de extradición. La magistrada dispuso que el proceso se realice este jueves.