La mitad del tiempo que permanece clausurado corresponde a la nueva administración encabezada por el doctor Jorge Brítez, presidente del Consejo de Administración de la previsional, que hasta el momento tampoco logró dar una solución a la obra, que heredó de la gestión anterior.
En agosto del 2023, la nueva administración halló el área desmantelada. Incluso, en ese periodo aconteció la detección de los equipos biomédicos para los quirófanos, depositados en el patio del Hospital Central meses antes de la salida de Bataglia, que fueron retirados por el proveedor.
SITUACIÓN. El veredicto es que el área del séptimo piso no está en condiciones de albergar a los equipos modernos debido al excesivo peso, por lo que el año pasado, se anunció que esa dependencia sería destinada para salas de internaciones y que los quirófanos se instalarían en la planta baja. Hasta el momento, toda la obra sigue estancada y no hay informes sobre los planes. Pese a las insistencias de entrevistas a un vocero, desde el Departamento de Prensa informaron que se trabaja en un proyecto, pero aún no hablarán las autoridades sobre el tema.
PANORAMA. Un candado cuelga de la puerta azul de madera que permanece cerrada. A través de las rendijas se puede ver que el área sigue abandonada. Las paredes están sin revoques, cables cuelgan por doquier e incluso el techo está desmantelado, comprobó un equipo de ÚH.
El IPS dispone entre 10 a 12 quirófanos operativos de un total de 24, según datos proporcionados en abril del año pasado. La habilitación de estos quirófanos permitirá –desde el punto de vista médico– ampliar la capacidad de cirugías diarias y dar un respiro a la amplia lista de espera, pero sigue clausurada.
En medio del abandono del séptimo piso y pese a refacciones en algunos servicios, el deterioro edilicio avanza lentamente en algunas áreas. La escaleras están desgastadas y gran parte de la pintura está en mal estado.