Helena Ibáñez, la única persona presente durante el desalojo en Diez Kue, no se resigna. Vehemente, decidida y potente explica que el operativo fue intimidante y que de no haber estado con ella su nieto adolescente, que dijo temer por lo que estaba ocurriendo, estaba dispuesta a morir en el lugar.
No se resigna. Es una de las más antiguas pobladoras de los territorios de los que fueron desalojados y que reclama como propio, de su pueblo.
Reconocida y respetada por todos, levanta la voz en medio del aty guasu y expone su verdad: “Si aceptamos otras tierras y sin dar pelea significa que me vendieron (advierte a sus líderes)”. Y agrega: “Si debían exterminarme me iban a exterminar allí. Estaba dispuesta a eso. Solo que mi nieto tuvo miedo y me pidió que no les enfrentara”.
Recuerda haber sido alzada en la camioneta de Siegfried Penner y llevada hacia Picada 500, para que no interfiriera.
Después de cuatro meses regresó a la zona cero. Miró los vestigios de su casa y el derruido corral de los animales. Revisó unos enseres que quedaron, recorrió la vieja chacra que cultivaba y dijo: “Ya no me queda nada...”.
DISTINTAS FUENTES
Daniel Ledesma, Juez de Garantías
“Fue un desalojo sin orden judicial. Por eso inicié control judicial (verificando procedimiento de Nuria Isnardi, trasladada por reclamo indígena). Ordenó desmontar 7 viviendas, trasladar a una anciana hasta una vivienda de la Infantería. No exhibió orden judicial. El fiscal de la causa (José Luis Brusquetti) me explicó que (él) no realizó ningún procedimiento y que solo hay una investigación fiscal.”
Rufino López, vicelíder
“Claudelino Rodas, secretario de Siegfried Penner, nos insistió muchas veces para salir hasta con maltratos verbales. Hasta los policías iban, también Penner. Pedimos el documento del desalojo, pero no existía. Durante años averiguamos de quién eran las tierras y todos nos mentían. El Indi (ya en época de Valentín Gamarra) nos prometió la titulación. Diez Kue es nuestra, por eso nunca nos fuimos de ahí.”
Víctor Miers, Gobernación
El encargado de asuntos indígenas de la Gobernación de Boquerón dice: “En Diez Kue apoyamos en la parte social. Cuando llegué en el 2003 ya encontré esa comunidad. Se les apoyó. Con funcionarios del Indi se preparó la personería jurídica y el relato histórico con los miembros, donde hablaron de su cementerio. Durante la Guerra del Chaco ya estaban ahí. El problema es que no se formalizó el pedido de los indígenas.”