ESTIMULADO POR SU HERMANO RICARDO, EDUARDO RIVAS ESTUDIÓ CANTO EN BUENOS AIRES Y EN LA CAPITAL ARGENTINA COMENZÓ UNA CARRERA ARTÍSTICA QUE NO SE HA DETENIDO AÚN. En su casa de Sajonia sigue elaborando proyectos culturales. Confiesa que su apodo es Toto, que su verdadero nombre es Aníbal y que adoptó el nombre de Eduardo en recuerdo de un hermano menor fallecido antes de cumplir un año.<br/><br/>–¿Sigue con su actividad artística, don Eduardo?<br/><br/>–Tengo una audición en Radio Ysapy, que se llama Cantando te diré (domingos, de 20.00 a 22.00), que es un programa que cumplirá 17 años, en noviembre, y pensamos seguir por varios años más. Además estamos grabando un material que posiblemente va a salir con el apoyo del Fondec (Fondo Nacional de la Cultura y las Artes). Va a incluir música paraguaya, como Noches del Paraguay, Tardes asuncenas y otros temas que cantan a nuestra patria, de la que estoy orgulloso. Esa es mi actividad artística actual. <br/><br/>–¿Y de qué vive?<br/><br/>–Tengo tres hijos maravillosos y cuento con ellos en cualquier momento; siempre me ayudan. También tengo el ingreso de la radio, pero eso tiene sus temporadas; hubo épocas en las que me fue bastante bien. En la radio hay que arrendar el espacio y tener auspiciantes. Por suerte los tengo; dos de ellos están conmigo desde que arranqué.<br/><br/>–¿Recibe atención de parte de las autoridades? <br/><br/>–Cuando uno llega a los 81 años ya piensa de otra manera y creí que podría tener una pensión graciable. Algunos amigos me decían “a vos te van a dar, Eduardo, por tu trayectoria”, pero no era tan fácil había sido; yo creía que sí, por el tiempo, por la edad... pero estoy detrás de eso. Muchos colegas tienen una pensión graciable y por eso pensé que podría ser. Además, esto del Fondec estaba viendo con un amigo mío y ya hace un tiempo largo que estamos con esto. Y ahora me están llamando, lo que hace suponer que se va a realizar.<br/><br/>–¿Lo reconoce la gente?<br/><br/> –Mucha gente que escucha mi programa recuerda las zarzuelas, pero se trata de gente mayor. También me reconocen por la versión de Nacional querido, que grabé en 1962 (soy nacionalófilo como toda mi familia). Mis oyentes son chiquilinas de 60 años y recuerdan Noches melódicas del Paraguay que se emitía en 1967, por Canal 9. Después, en la década del 70 hice zarzuelas; arranqué en 1971 con la compañía de Ernesto Báez y Emigdia Reisofer y después hice seis comedias más, porque en realidad eran más comedias musicales que zarzuelas. Hoy, de tanto en tanto, todavía cantamos en vivo en el programa de radio.<br/><br/>–¿Cómo se decidió por el género melódico?<br/><br/>–Soy fanático de la música paraguaya, pero me gustó siempre el género melódico y lo de la Voz romántica del Paraguay nace en 1958, en Radio el Mundo, de Buenos Aires, en un programa que hacía con Emigdio Ayala Báez.<br/><br/>–¿Cómo anda de salud?<br/><br/>–Clínicamente, estoy muy bien; mi señora María Fulvia Masi está con algunos achaques, pero los supera. Llevamos 55 años de casados. Mis hijos están siempre conmigo. Fernando, músico, es el que está más cerca; Eduardo es el mayor y Gustavo, el menor, es baterista. Todos están casados y en algún momento los tres matrimonios pasaron por esta casa, que construí de a poco. Siempre digo que se vive de recuerdos, fundamentalmente de los lindos. Pero estoy en actividad, si bien grabar otro disco tiene sus riesgos; un futbolista, un boxeador se dan cuenta cuando ya no pueden, pero un cantante... cuando grabó ya no hay cómo arreglar. Pero yo quiero volver a grabar Nacional querido.<br/><br/>Cuando uno llega a los 81 años ya piensa de otra manera y creí que podría tener una pensión graciable. Muchos colegas la tienen y por eso pensé que podría ser.<br/><br/>Eduardo Rivas<br/><br/>FICHA TÉCNICA<br/><br/> <br/><br/>Nació en Asunción el 7 de diciembre de 1930. En la década del 50 se estableció en Buenos Aires, donde estudió canto e hizo sus primeras presentaciones. Actuó en Radio Splendid, con la orquesta de Mauricio Cardozo Ocampo, y en Radio el Mundo, junto a Emigdio Ayala Báez, donde se lo presentaba como la Voz Romántica del Paraguay. En la década del 70, en Asunción, incursionó en la comedia musical. Sus primeras grabaciones fueron en los 50 en los estudios Guarania y con el sello Marpar. Es autor de Mucho más, Que lindo amor, Cuando pienses en mí y Sonríe muchachita, con Rubén Enciso Yegros; A la orilla del mar, con su hijo Fernando Rivas, etc. Diccionario de la Música en el Paraguay, Luis Szarán.<br/><br/>