cámara de la vergüenza. Nuestros diputados dan lástima. La semana que pasó dieron otro ejemplo de su capacidad para generar vergüenza ajena. Aprobaron un proyecto de ley para nombrar Lino Oviedo a la ruta bioceánica que pasará por el Chaco. Obvia explicar las razones por las que este extinto militar –en vida fue la mayor amenaza de la democracia paraguaya– no debe ser distinguido ni con un callejón. Ahora el Senado debe tratar de solucionar este entuerto.
mujer tenía que ser. Las mujeres fueron las grandes protagonistas en la elección del domingo pasado. Masiva y activamente participaron en la conformación de las mesas de votación. Muchas de las cuales estuvieron integradas solo por ellas. Lastimosamente su estrella se apagó en puestos de mayor decisión. Disminuyó significativamente la presencia de ellas en el Congreso. Por lo tanto, deben establecerse mecanismos democráticos para darles el espacio que se ganaron por derecho propio. Además, es de sabios no hacer enojar a las mujeres.
GRANDES PERDEDORES. No solamente el PLRA tuvo que beber el trago amargo de la derrota tras los resultados del domingo pasado. En verdad, los mayores perdedores fueron los encuestadores, las encuestas y las bocas de urna. En un país en donde tejer sospechas sobre otros es casi un deporte nacional, urge la siguiente pregunta: ¿o se vendieron o se equivocaron de aquí a la Luna? Por los vicios propios de nuestra sociedad, estos instrumentos –en teoría científicos– entraron en un cono de sombra que hace que deba replantearse su utilidad para la democracia.
esperanzador, pero... Tras su indiscutible victoria, Mario Abdo Benítez brindó declaraciones llamando al consenso y a la reconciliación para enfrentar los desafíos de la República. Estos palabras traen un necesario aire de renovación. Pero algunas decisiones anunciadas por el entorno del presidente electo parecen un lamentable retroceso. El hecho de que gobernará solo con los colorados es una expresión acabada de lo corto de miras que son nuestros políticos. La reapertura del Despacho de la Primera Dama es un anacronismo innecesario. Se eligen un presidente y un vicepresidente. No una familia presidencial.
68 años de guerra. El histórico encuentro entre los líderes de las dos Coreas puede servir para cerrar un doloroso capítulo en una de las últimas fronteras de la Guerra Fría. La paz, que antes era imposible, ahora está cerca de ser real.
