Rami Malek, el mito de Queen
Encarnar a un mito tan querido como Freddie Mercury podía ser una bendición o un regalo envenenado, pero el trabajo de Rami Malek en Bohemian Rhapsody no solo ha convencido a los millones de fans de Queen, sino que le ha dado el Globo de Oro al mejor actor de comedia o musical, el Bafta y el premio del Sindicato de Actores (SAG) al mejor intérprete masculino.
“Sabíamos, y lo pensamos de manera colectiva, que había que reflejar aspectos difíciles de su vida, los retos, las dudas y también los éxitos. Pero tras conocer a Freddie, con todas las investigaciones que hice, creo que hablamos de un hombre muy perfeccionista que quería celebrar la alegría de la vida; divertirse, ante todo y sobre todo”, señaló a Efe.
La carrera de Malek (Los Ángeles, 1981), de ascendencia egipcia, incluye papeles en series como The Pacific y películas como Short Term 12 (2013), aunque el rol que le presentó al gran público fue el del hacker taciturno de Mr. Robot.
Sería una sorpresa que no se llevara el Óscar al mejor actor, aunque en esta temporada de premios Malek ha tenido que sortear, como ha podido, un turbio obstáculo en su camino: las acusaciones de agresión sexual contra Bryan Singer, director de Bohemian Rhapsody, y de quien ha tratado de alejarse lo máximo posible.
Christian Bale, un satán político
“Gracias a Satán por servirme de inspiración”. Con este sorprendente y ácido agradecimiento recibió Christian Bale el Globo de Oro al mejor actor dramático por su interpretación del exvicepresidente estadounidense Dick Cheney en Vice.
Se trata de la cuarta nominación en los Óscar para un artista que ya sabe lo que es llevarse la estatuilla a casa, algo que consiguió como mejor actor de reparto por The Fighter en 2011.
Muy aplaudido por su interpretación de Batman en la trilogía de Christopher Nolan, Bale (Haverfordwest, Reino Unido, 1974) también brilló en cintas como American Psycho (2000), The Prestige (2006), American Hustle (2013) o The Big Short (2015).
El peso de interpretar a alguien tan maquiavélico y misterioso como Cheney, vicepresidente durante el mandato de George W. Bush en la Casa Blanca (2001-2009), no fue solo algo metafórico para Bale, quien engordó cerca de 20 kilos para tomar las riendas del personaje.
Bradley Cooper, estrella delante y detrás de la cámara
A Bradley Cooper le van los retos. Para su ópera prima como director no solo se arriesgó con un “remake” de un clásico como A Star is Born, sino que también se atrevió a medirse en un duelo interpretativo y musical de altura con una estrella como Lady Gaga.
El órdago de Cooper (Filadelfia, EEUU, 1975) le salió de maravilla, ya que este año está nominado como mejor actor, mejor película (es uno de los productores de A Star is Born) y mejor guion adaptado, por lo que solo le quedó la espina de no haberse colado como mejor realizador.
Con estas candidaturas, Cooper ya suma siete nominaciones al Óscar en su carrera, sin haber ganado en ninguna ocasión.
Su crepuscular y emotivo retrato de un músico venido a menos y acosado por la envidia, las dudas y las adicciones es su cuarto intento para llevarse un Óscar interpretativo tras sus candidaturas por Silver Linings Playbook (2012), American Hustle (2013) y American Sniper (2014).
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Viggo Mortensen, sabor hispano y reflexión social
Con muchísimos lazos sentimentales y personales con Latinoamérica y España, el intérprete Viggo Mortensen pondrá algo de sabor hispano en esta categoría de los Óscar gracias a su nominación por el drama Green Book.
El tándem formado por Viggo Mortensen y Mahershala Ali en este largometraje ha sido una de las sensaciones de la temporada, en particular, por tratar cuestiones de gran actualidad en Estados Unidos como el racismo.
“Respeto y empatía son valores que siempre están en riesgo (...). Hay gente que se alegra de que hayamos hecho esta película porque considera que desde que se proclamó la Ley de Derechos Civiles hemos caído en los mismos errores: racismo, xenofobia, homofobia... En fin, intolerancia. Y estoy de acuerdo, pero esta película tiene su razón de ser y será valiosa en cualquier momento”, dijo a Efe.
Nominado en dos ocasiones anteriormente por Eastern Promises (2007) y Captain Fantastic (2016), Mortensen (Nueva York, EEUU 1958) alcanzó la cima de su popularidad como Aragorn en la célebre trilogía de The Lord of The Rings.
Willem Dafoe, cara a cara con Van Gogh
Con un genio de la pintura como Vincent Van Gogh se ha medido el actor estadounidense Willem Dafoe, que aspira al Óscar a mejor actor por su papel en la cinta At Eternity’s Gate, sobre los últimos meses de vida del artista holandés.
Aunque la película dirigida por Julian Schnabel solo cuenta con esta nominación en los Óscar, la candidatura de Dafoe cuenta como credencial con la Copa Volpi al mejor actor que obtuvo en el pasado Festival de Venecia.
Consagrado ya como un clásico del cine estadounidense, tanto en su vertiente más popular como en filmes más originales o arriesgados, Dafoe (Appleton, EE.UU., 1995) optó en tres ocasiones al Óscar, pero nunca alcanzó la victoria, con Platoon (1986), Shadow of the Vampire (2000) y The Florida Project (2017).
Su extensa trayectoria incluye otras películas como The Last Temptation of Christ (1988) o Antichrist (2009).