03 jun. 2025

Ramón González Daher “nunca dejó de tener celular en la cárcel”

Las líneas telefónicas de siempre estaría utilizando el usurero luqueño González Daher. Según abogado de víctimas, la responsabilidad recae sobre el director de la cárcel regional de Coronel Oviedo.

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Denuncia. El usurero sigue con su modus operandi, pese a estar recluido por ese hecho.

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Ramón González Daher, condenado por usura, sigue extorsionando desde la cárcel de Coronel Oviedo, y, es más, “nunca dejó de hacerlo” y siempre desde sus mismos números de teléfonos, denunciaron. El hecho ya fue comunicado al ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, quien se comprometió a finales del año pasado a hacer una investigación interna.
“Conozco a víctimas que no quieren denunciar, que sus cheques acabaron con Ramón a través de terceros y él empezó a llamar desde la cárcel... Su modus operandi es llamar insistentemente, puede llamar hasta quince veces”, contó el abogado Armindo Vera Ferrer.

Los números que fueron reconocidos por las víctimas –terminados en 003 y 400–, son los que siempre usó Daher, expresó.

Vera Ferrer contó que “es una constante” las extorsiones desde llamadas. “Ya no tiene qué perder. Él nunca dejó de tener celulares en la cárcel, el famoso ‘en libre comunicación’”, lamentó.

Apuntó a que la responsabilidad de que sigue operando es del director del penal regional de Coronel Oviedo, donde se encuentra recluido.

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COMPRIMISO. En cuanto a la conversación que Vera Ferrer mantuvo con el ministro de Justicia, expresó que fue a raíz de que como víctimas estaban preocupados “porque Ramón González Daher sigue operando impunemente”.

La respuesta de Rodrigo Nicora, titular de la cartera, fue un compromiso de realizar un estudio al respecto.

CONDENADO. Desde el 2021, Ramón González Daher se encuentra cumpliendo su condena de 15 años por haber formado un esquema de aprietes.

Los hechos por los cuales fue sentenciado son usura, lavado de dinero y denuncia falsa, mientras que su hijo cumple una condena de 5 años, por lavado.

González Daher operaba dando créditos en cheques a diferentes personas. Solicitaba que a cambio las personas le den como garantía cheques por el mismo valor, ya que, supuestamente, no podía darles pagarés.

Esos créditos tenían elevadas cuotas, con intereses superiores a lo establecidos por el Banco Central y ahí es lo que se configuró la usura, ya que muchos de los deudores terminaron pagándole más del doble de la deuda.

Si las personas se atrasaban una cuota, Ramón González Daher hacía una refinanciación del crédito sobre otro interés, por lo que la deuda iba subiendo cada vez más.

En cientos de casos, terminó denunciando a sus víctimas por estafa o apropiación, usando los cheques que recibió en garantía. Habría usado al sistema judicial para operar.

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