Tras la cuestionada medida del intendente de Humaitá, Julio Caballero, de cerrar las puertas del museo que fuera cuartel de López durante la contienda contra la triple alianza, finalmente el sitio histórico reabre sus puertas, para alegría de lugareños y los visitantes.
Los argumentos esgrimidos por el responsable de la Comuna fueron el peligro de derrumbe y la desafectación de la funcionaria que atendía el lugar. El primero fue rebatido por la arquitecta Natalia Ántola, jefa de Patrimonio Histórico de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), quien asegura que el edificio no corre peligro de colapso, garantizando la tranquilidad para los que planean visitar el museo.
La medida del intendente dejó a numerosos visitantes sin la posibilidad de ingresar al museo que, en su interior atesora un rico patrimonio de nuestra historia, especialmente lo relacionado con la Guerra contra la Triple Alianza.
Mediante un comunicado, la Municipalidad de Humaitá aclaró que se mantuvo un proceso de comunicación constante con todas las instituciones competentes en relación con la situación de los sitios históricos del distrito, particularmente en el caso del museo, las ruinas, las trincheras y otros espacios de relevancia cultural.
En su comunicado, Caballero señala que se informó debidamente a la Junta sobre la situación del museo, incluyendo los riesgos estructurales que motivaron su cierre preventivo, priorizando la seguridad de los visitantes. Asimismo, se realizaron gestiones ante la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), solicitando apoyo técnico y financiero para la restauración tanto del museo como de las ruinas históricas, patrimonios del Estado paraguayo.
La Municipalidad de Humaitá reiteró su compromiso con la preservación de su rico patrimonio histórico y cultural, y aseguró que continuará trabajando en colaboración con la SNC y otras instituciones para lograr la reapertura total del museo y la puesta en valor de las ruinas.
LABOR. Karen Sosa, encargada de atención en el museo, dijo que la medida sorprendió a numerosos visitantes, al tiempo de remarcar que la Intendencia le adeuda cinco meses de salario, pero que igualmente ella continúa con su labor. El argumento del jefe comunal de no disponer de fondos para el pago de su salario fue subsanado por la Senatur, pues Sosa pasará a partir de ahora a ser funcionaria de Turismo, contrato de por medio. Mientras el intendente se compromete a abonar los cinco meses adeudados.
La temporada alta de visitas a Humaitá son los meses de enero y febrero, y la Semana Santa, comentó la mujer, al agregar que numerosas delegaciones estudiantiles y militares visitaron el año pasado el museo. “Recibimos visitas de todas las edades, casi siempre son familias que optan por el turismo interno y quieren conocer la historia del país”, refirió Sosa. Juan José Brull