El estudio demuestra que las personas que habitualmente tienen niveles altos de actividad física poseen telómeros significativamente más largos que aquellas personas que tienen un estilo de vida sedentario o incluso los moderadamente activos, informó el portal de noticias Globovisión.
Recordemos que los telómeros son los extremos proteicos de los cromosomas y que equivalen a nuestro reloj biológico.
Los resultados demostraron que los adultos con altos niveles de actividad física tienen telómeros con una ventaja biológica de envejecimiento de 9 años sobre las personas sedentarias y una ventaja de años en comparación con las que son moderadamente activas.