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Ya pasaron nueve meses desde que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) lanzó la licitación para concretar las obras de la Costanera Sur, que unirá Asunción con Lambaré, bajo la Ley 5074 de llave en mano, pero recién ahora los responsables del proyecto se dieron cuenta de que una parte del tramo original es inviable.
Por este motivo, hace unos días cambiaron sustancialmente el pliego del llamado, vía adenda, con la cual se cambió el trayecto de la costanera propiamente, que al final se concretará con otra licitación (ver detalles en infografía).
La ingeniera Claudia Centurión, titular de la Dirección de Proyectos Estratégicos de la cartera, señaló ayer a ÚH que los cambios se dieron para “viabilizar la ejecución del proyecto”.
Señaló que, tal como explica la adenda número 8 de 27 páginas, “estamos proponiendo un proyecto por fases, donde minimizamos las afectaciones sociales, y evitamos un factor relevante: las relocalizaciones temporales, dado que el proyecto afectaba a más de 1.200 familias”.
Explicó que se trata de casas consolidadas, que afectan íntegramente a los barrios Tacumbú y Santa Ana. “Hoy dichas familias podrán esperar en sus hogares la construcción del área de refulado, luego sus viviendas, a cargo de Senavitat, y mudarse definitivamente. Consecuentemente, se pondrá en marcha la fase 2, completando el trazado de la avenida costanera, donde ya no habrá afectaciones, dado que este barrio ya estará en las nuevas viviendas”, aseveró la funcionaria.
¿DIRECCIONAMIENTO? Vale señalar que la apertura de sobres se prevé para el próximo 27 de julio, y las empresas interesadas señalaron que el tiempo es muy corto para adaptar las propuestas a las modificaciones de última hora. Los consultados por ÚH incluso señalaron que hay temor de un direccionamiento.
Se le consultó a la ingeniera si habría modificación de dicha fecha y dijo: “El Ministerio siempre evalúa las solicitudes en función de los pedidos formalizados a través de los canales oficiales de consultas”.
ADENDA. De acuerdo con la adenda, el MOPC dividió la obra en dos fases. “En la primera fase, en la zona del Bañado no se incluirá la avenida costanera, sino que en esta localización se ejecutará en su lugar un vial que dé servicio a la futura urbanización y soporte a las viviendas a construir”, dice la justificación del escrito.
Continúa: “El refulado que se ejecutará en esta área será de 65,6 hectáreas, de las cuales 56,3 hectáreas estarán disponibles para la construcción de soluciones habitacionales que hubiera lugar, el restante será ocupado por la franja vial de urbanización”.
Respecto a la fase 2, la adenda resalta que “incluirá la terminación de la avenida costanera y el refulado de 15 hectáreas restantes hasta las 80 hectáreas inicialmente previstas, y será objeto de otro u otros llamados, a medida que se vayan reubicando en las nuevas viviendas de Senavitat los habitantes del Bañado”. Asimismo, el presupuesto del proyecto se disminuyó de 194 a 160 millones de dólares y la adjudicación se daría con el nuevo Gobierno.
El proyecto unirá Asunción con Lambaré y se conectará con la Costanera Norte, a través de Colón. Al ser una obra a ejecutarse bajo la ley llave en mano, la contratista debe conseguir el financiamiento de la construcción a través de bancos internacionales, que el Estado asumirá como deuda pública.