El embajador de Venezuela en Paraguay, David Olson, informó sobre una denuncia por abuso sexual a una menor venezolana, cuya causa está siendo investigada por el Ministerio Público, a cargo de la agente fiscal Sara Torres Villalba, de la Unidad Penal 10, sede 1, pero los padres piden mayor celeridad en el caso.
El hecho, según la denuncia, ocurrió en los primeros meses de este año cuando la menor practicaba baile en un gimnasio de la capital del país. El presunto responsable del abuso de la menor es S.D.A, profesor de gimnasia rítmica y hermano de la dueña del lugar, además de F.M.V.G., alumno del local, quien también está siendo investigado por el caso.
El primero fue detenido en el marco de la causa y compareció, mientras que el otro involucrado ni siquiera cuenta con orden de detención. Asimismo, ambos aún no fueron imputados.
Olson comentó que la madre de la niña fue hasta la Embajada de Venezuela, donde “entre llantos” le contó lo ocurrido y le suplicó por ayuda para que el Ministerio Público actúe en el caso con mayor celeridad.
Según el relato que la mujer le brindó al embajador, tras varios meses de asistir a las clases con normalidad, de repente la niña de 11 años ya no quiso ir al gimnasio y se mostraba “apagada”.
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No obstante, después de un buen tiempo de lo ocurrido, la mujer pudo escuchar a la niña hablando con su peluche, al que le decía: “Y se le decimos, pero si las matan”, a lo que decidió insistirle sobre lo que le ocurría.
Según la madre, la víctima le manifestó que tenía miedo de que las hicieran daño, tras lo que ella la abrazó, momento en que la menor comenzó a llorar desconsoladamente, para luego contarle lo que le había ocurrido.
La víctima relató que, cuando ella fue a lavarse las manos en el baño, dos hombres ingresaron, le taparon los ojos y también la boca con un trapo, donde cometieron el hecho. Mientras la liberaban, la amenazaron de que si ella contaba algo, los denunciados le matarían a su mamá y a su hermana mayor.
Tras conocer lo ocurrido, los padres de la menor realizaron la denuncia, se procedió a la toma de testimonio por Cámara Gesell y se le realizaron pruebas físicas y sicológicas a la niña.
Finalmente, la madre de la menor pidió que sus derechos como víctimas sean respetados, teniendo en cuenta que, tras su denuncia, los involucrados y otras personas alegaron que su hija cuenta con problemas mentales.