Personas privadas de libertad que ingresaron al sistema penitenciario tras el operativo A Ultranza buscan controlar las cárceles “comprando la conciencia” tanto de sus compañeros como de los agentes penitenciarios, afirmó el alto funcionario este lunes.
Desde la cartera de Estado admitieron que estas personas están causando problemas en el interior de los penales, por tanto, las autoridades están realizando acciones para hacerles frente.
“Es un problema que tenemos en todo el sistema, son personas que tienen mucho poder económico, que compran la conciencia de las otras personas privadas de libertad con comodidades, ganan adeptos”, manifestó Víctor Manuel Benítez, viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, a radio Monumental 1080 AM.
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Aunque prefirió no dar nombres, el funcionario estatal reveló que varios de estos internos ya fueron trasladados a regímenes de máxima seguridad.
“Es algo que hace mucho tiempo se viene dando, pero estamos luchando con eso. Estamos dándole justamente una lucha frontal y en algún momento tiene que acabar esto”, reforzó el viceministro.
Las personas detenidas en el caso A Ultranza son Miguel Insfrán, alias Tío Rico; su hermano, el pastor José Insfrán; Alberto Koube Ayala, Fátima Koube Ayala, Masi Job Von Zastrow, Luis Fernando Sebriani González, Liz Fabiola Taboada Gamarra, María Noelia Colmán Alarcón, Conrado Ramón Insfrán y Fernando González Jara, entre otros.
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El viceministro resaltó que están trabajando con los agentes penitenciarios que también son tentados por internos relacionados al crimen organizado para caer en la corrupción, introduciendo teléfonos celulares, drogas y otros objetos prohibidos que se incautan en las requisas.
“Pareciera ser que cada persona que ingresa a una penitenciaría va, justamente, con esa intención, con la intención de seguir robando”, lamentó.
Benítez también destacó los riesgos que enfrentan los agentes penitenciarios y directores al realizar requisas sin previo aviso, lo que ha llevado a casos de sicariato en casos extremos. “Esas personas no avisaron que iban a hacer las requisas, por ejemplo. Entonces, son situaciones que vamos a tener que seguir luchando hasta desarticular, justamente, este esquema que generalmente encontramos dentro de la penitenciaría”, explicó.