Las porciones exageradas de alimentos pueden causar descompensaciones en personas con patologías crónicas, como el caso de los diabéticos, hipertensos y los que padecen enfermedades cardiovasculares.
Una cena navideña puede llegar a tener unas 2.000 calorías y puede multiplicarse de acuerdo con las porciones y la cantidad de veces que se consuma.
Hay que tener en cuenta que el consumo de calorías que precisa una mujer adulta que realiza actividad física moderada es de alrededor de 1.800 por día, y entre 2.000 a 2.200 en el hombre, por lo que es fundamental no excederse.
A fin de evitar malestares, el Ministerio de Salud Pública, a través de su Unidad de Prevención de la Obesidad, insta a la ciudadanía a disfrutar estas fechas con moderación.
Recomendaciones para una feliz y saludable Navidad y Año Nuevo:
Para las cenas en estas fiestas se aconseja no hacer ayunos el resto del día, sino respetar el horario y consumir un mínimo de 4 comidas (desayuno, media mañana, almuerzo y merienda), aunque livianas para compensar el consumo de los platos más calóricos que se estarán ingiriendo durante la Nochebuena y la cena de fin de año.
Cuidar el tamaño de las porciones. No rebosar el plato de comida. Se aconseja utilizar platos pequeños para medir las porciones. Recuerde: cuanto más grande sea el plato, más cantidad de comida se servirá en el mismo.
Consumir más verduras. Elegir como guarnición verduras preparadas de diferentes maneras, ya sean frescas en ensaladas, asadas, al vapor o hervidas y condimentadas con aderezos bajos en grasas. La ventaja de este grupo de alimentos es que sacia más fácilmente debido a la fibra que posee y, a la vez, es baja en calorías.
Moderar el consumo de alcohol. Principalmente por los efectos negativos que pueden generar a la salud, además del aporte calórico extra que representa.
Personas con patologías crónicas. Deben planificar con anticipación las comidas que van a ingerir en estas fiestas para lograr una ingesta moderada. Evitar, en lo posible, introducir cambios en la alimentación.
No abandonar la actividad física. Tanto en los días previos como en los posteriores a las fiestas, una buena opción son las caminatas.