27 abr. 2025

Reconozca el estrés, sus etapas y cómo combatir sus efectos

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El estrés: Es el mecanismo que sepone en marcha cuando una persona se ve envuelta por un exceso de situaciones que superan sus recursos.

La situación económica, los efectos del consumismo de diciembre y la presión de las vacaciones son situaciones que generan estrés, que se deben saber reconocer a tiempo y superarlo para evitar consecuencias en la salud, asevera la sicóloga Silvia Meza.

Explica que se considera estrés al mecanismo que se pone en marcha cuando una persona se ve envuelta en un exceso de situaciones que superan sus recursos.

“Se ven superados para tratar de cumplir con las demandas que se les exigen para superarlas. En estos casos, el individuo experimenta una sobrecarga que puede influir en el bienestar tanto físico como sicológico y personal”.

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Destaca que el estrés de por sí no es dañino, ya que, gracias a él, se dispone de ese impulso que motiva a realizar lo que se debe hacer, y, por lo tanto, guía a la acción. “Este tipo de estrés positivo (o eustres), por lo tanto, tiene una función adaptativa y va desapareciendo según vayamos resolviendo nuestras tareas pendientes”.

Sin embargo, aclara la especialista, existe el estrés negativo (o distrés), el cual, si se mantiene a lo largo del tiempo, puede tener consecuencias muy graves para la salud de la persona que lo padece, como por ejemplo sufrir enfermedades cardiacas, ansiedad o depresión.

En cuanto a las causas, comenta que durante este periodo del año se puede ver varias situaciones que generan estrés, tras haber pasado por épocas de gastos bastantes interesantes, las fiestas de fin de año, el consumismo de diciembre, la presión de las vacaciones, lo que deriva en el pensamiento de que enero es más extenso que otros meses. A esto se suma estar a puertas del inicio de otro año escolar.

Explica que en esta época también se genera lo denominado “presión en vacaciones”, pese a que es un tiempo para disfrutar, pero para muchos no es así. “Hay personas que sienten estrés por no estar trabajando. Otras simplemente se ponen nerviosas por salir de su zona de confort”.

Es importante reconocer los síntomas del estrés, que pueden afectar el cuerpo, los pensamientos y sentimientos, además del comportamiento. También es vital saber sobrellevar esta situación y para hacerlo se bebe aprender a reconocer qué lo causa o desencadena. Para superarlo se puede apelar a diferentes técnicas. (Ver info)

ETAPAS DEL ESTRÉS

  • Fase de alarma: En esta primera etapa, nuestro organismo detecta un estímulo que provoca estrés, comenzando los primeros cambios fisiológicos, emocionales y cognitivos que nos preparan para dar una respuesta de “lucha” o “huida”.

Cuando la persona es consciente de que sus recursos de afrontamiento no son suficientes, es entonces cuando se inicia la fase de alarma, y, por lo tanto, el estrés hace su aparición.

  • Fase de resistencia: En esta etapa nuestro organismo intenta volver al equilibrio debido al inmenso desgaste de energía producido en la primera etapa. Sin embargo, el estímulo estresante no ha desaparecido, por lo que nuestro cuerpo sigue en estado de alerta y, por ende, sigue debilitándose. Debido al anclaje que existe con el estímulo estresor, la persona que vivencia esta fase tiene menor tolerancia a la frustración, muestra dificultades para conciliar el sueño y la sensación de fatiga y desgaste sigue estando vigente.

  • Fase de agotamiento: Debido a la exposición prolongada del estrés las reservas de energía se agotan, llegando incluso a producirse un debilitamiento del sistema inmune.

Además, aparecen los síntomas asociados al estrés crónico, y surgen sentimientos de indefensión, enfermedades sicosomáticas, infelicidad, cuadros depresivos, ansiedad, abuso de sustancias o adicciones.

Lo que comemos. La sicóloga indica que la alimentación y el estrés son dos conceptos con estrecha relación y recordó la frase “Somos lo que comemos”, que muestra el efecto de la conexión entre lo que se ingiere y los procesos químicos internos propios del organismo.

Destaca que la tensión puede llevar a patrones alimentarios no saludables, como alta ingesta calórica, largos tiempos de ayuno, dieta con alto consumo de grasas saturadas, sodio y azúcares simples.

Adicionalmente, existen alimentos que pueden aumentar la sensación de ansiedad y estrés corporal como el alcohol en grandes cantidades, el café y bebidas energéticas por su contenido de cafeína. Estos alimentos actúan sobre el sistema nervioso, aumentan la presión arterial, lo que agrava la sensación corporal de ansiedad.

En cierto grupo de personas, en respuesta al estrés se genera la necesidad de consumir alimentos o sustancias que estimulan a nuestro organismo a producir opiáceos endógenos (endorfinas y serotoninas), que causan sensaciones placenteras y compensatorias al estrés. Estos comestibles generalmente son de baja calidad nutricional.

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Algunos alimentos que pueden ejercer estos efectos son: chocolates, dulces y alimentos altos en grasas saturadas.

Con relación a si existen alimentos antiestrés, se puede decir que a ningún nutriente se puede atribuir ese efecto. Sin embargo, las vitaminas A, C y E parecen ejercer un influjo directo en la formación de radicales libres, combatiendo el estrés oxidativo en el organismo, que se refiere a un mecanismo más bien molecular y no síquico/sicológico, indicó la especialista.

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Cuando se tiene dificultad para sobrellevar el estrés o ansiedad, o persisten los síntomas, se debe hablar con un profesional. La sicoterapia y fármacos son tratamientos principales para la ansiedad, y muchas personas se benefician al combinarlos. - Silvia Meza, sicóloga.