Una acuciante realidad atraviesan actualmente los permisionarios afectados por la obra de reconversión del edificio del Mercado 4, debido a la existencia de un significativo retraso que impide que los vendedores accedan ya a sus nuevos lugares de trabajo.
Los reclamos de los vendedores surgen principalmente por la escasa venta de sus productos y mercaderías, y la inseguridad y las malas condiciones que tienen en los sitios donde fueron reubicados en tanto duren las tareas de este proyecto iniciado en el 2015.
Myrian Mendoza, quien trabaja en uno de los 72 comedores existentes en ese centro mercantil, explicó que aparte de tener poca venta soportan el robo de sus enseres y hasta electrodomésticos, ya que el área que ocupan no posee portones. “La situación es muy difícil. Cuando empezó la obra, el compromiso fue que la reubicación solo era por seis meses. Pero ya pasaron años y todo se complica para nosotros”, lamentó.
Por su parte, Feliciano Almeida, permisionario del lugar, señaló que “hay muchas molestias por los retrasos de esta obra, que es de aquí al Japón. Ojalá que todo se regularice lo más pronto posible y se normalicen muchos servicios que quedaron en la nada por este motivo”.

EXPLICACIÓN. El coordinador del proyecto de reconversión por la Comuna capitalina, ingeniero Omar Mendieta, aclaró que con el nuevo Gobierno se hicieron algunos ajustes que necesariamente implican mayor tiempo de trabajo y que apuntan a brindar mayor seguridad y confort a los permisionarios, una vez que los mismos sean instalados en sus puestos definitivos.
Comentó que a inicios de año, el presidente de Itaipú hizo un reconocimiento en el edificio y ante la realidad de una demanda más grande de uso de energía, dispuso la construcción de un puesto de distribución eléctrica subterráneo, con transformadores nuevos de mayor capacidad que beneficiarán a toda la manzana comprendida entre las calles Battilana, República de Colombia, Padre Lévera y Pettirossi.
Aclaró que mantendrán un solo medidor para toda la construcción, pero que se habilitarán lectores individuales en los puestos para determinar cuánto pagará cada uno.
Asimismo dijo que otra adenda es introducir mobiliarios, congeladores, electrodomésticos y otros equipamientos nuevos que ya fueron adquiridos por la Binacional. “Todo eso llevará tal vez todo el año para ponerlo a punto. Reconocemos la ansiedad de la gente, pero esto es necesario para que trabajen con seguridad y comodidad en el futuro”, concluyó.
Estamos mal. Hacinados y casi sin vender nada porque no entra más gente. Ya
debíamos habernos mudado. Ángela Bareiro, permisionaria.