01 jul. 2024

Reculando en chancletas

Al cartismo le enferma la palabra reculada. Sostienen que la oposición critica al gobierno cuando toma una decisión y también cuando escucha las críticas y la cambia. José Luis Rodríguez Tornaco posteó esta frase: “Si escuchas y revisas, leerás reculada; si te mantienes, será atropello”. También dicen que es mejor cambiar de opinión que ser terco y que reconocer que algo está mal es algo positivo.

Hay que decir que algo de razón tienen, aunque me temo que seguirán escuchando el término con frecuencia. Es que, a falta de un vocablo más expresivo, este es el gobierno de las reculadas. Que son consecuencia inevitable de una administración bicéfala. Si el rumbo político es trazado en el Quincho por mayorías arrogantes y poco lúcidas, pero las secuelas repercuten en Mburuvicha Róga es lógico que ocurran divergencias que luego hay que corregir.

El increíble caso de los tres senadores “redesaforados” por el Senado es una demostración brutal de los desmanes que son capaces cuando se dejan llevar por esa mezcla en partes iguales de prepotencia y torpeza. No escucharon a nadie.

La venganza por el fracaso del desafuero de Mario Abdo fue decidida en la calle España. La frase “Somos mayoría y listo” resonó en el Parlamento como una voz tonante proveniente del Olimpo. Santiago Peña, en Punta del Este, fue sorprendido por una pregunta periodística inesperada. Su respuesta mentirosa se convirtió en un vergonzoso blooper: “Los parlamentarios entendieron que ya se le había dado al Ministerio Público el tiempo suficiente para avanzar, la acusación no se hizo y le devolvieron los fueros”. En realidad, el plazo que tiene la Fiscalía se cumple recién el 24 de mayo. Cuando dimensionaron el inédito adefesio jurídico-constitucional que provocaron, recurrieron a la opinión de constitucionalistas y retrocedieron tan atropelladamente como habían iniciado la aventura.

Un amigo médico describió el papelón en un grupo de WhatsApp con una expresiva metáfora: Si en medicina hiciéramos como ellos, primero aplicaríamos el tratamiento, por ejemplo, la amputación de un brazo. Luego haríamos el interrogatorio, el examen físico y los estudios auxiliares. Entonces tendríamos el diagnóstico: un angioblastoma cerebeloso. Por lo tanto, procederíamos a reimplantar el miembro amputado.

La reculada de ahora supera a la que, en su momento, fue considerada invencible. ¿Recuerdan la bravuconada de anunciar la derogación del convenio de donación de la Unión Europea para la educación? Los cartistas competían entre sí para demostrar quién era más cristiano. Como diría Helio Vera, “puro pectáculo electoral”. A la hora de la verdad, dejaron clamando en el desierto a las nucleaciones provida y pro familia, a las asociaciones de padres y a los fanáticos que les creyeron.

Hubo otros casos que tenían la misma impronta. Como cuando en agosto anunciaron que estaba suspendido el cobro del peaje en la hidrovía. Los argentinos dijeron que jamás aceptaron eso. Y era cierto, el tema se sigue discutiendo hasta hoy. Pocas semanas después se supo que Santiago Peña había incluido en el presupuesto un aumentazo para ministros y parlamentarios. Tras el escándalo, reconoció que fue “extorsionado” y la iniciativa fue abandonada.

El senador Bachi Núñez pretendió despojar las tierras del Ministerio de Defensa en Remansito a favor de “ocupantes vip”. Tras el escándalo, Peña vetó el proyecto. En noviembre pasado, luego de anular un concurso de Itaipú por estar “totalmente viciado”, hubo que dar marcha atrás y reincorporar a 165 de los 185 descontratados. Hace poco, se anunció la centralización de los fondos para el proyecto Hambre Cero. Se manifestaron los intendentes y se les restituyó el 100% de lo que le pensaban sacar. Se descubre el nombramiento del hermanito de Hernán Rivas en una entidad binacional. Tras el escándalo, se lo destituye.

Más vale que reflexionen antes de actuar o el arte de gobernar se les pondrá complicado. Más difícil que recular en chancletas

Más contenido de esta sección
No se admitirá a homosexuales. Tampoco chicos con aritos ni tatuajes. No se admitirá a jóvenes que solo hablen guaraní o aquellos que visten todo de negro, se pinten el pelo o usen ropa oversize. No se admitirá nenes que usen camiseta rosa o niñas que lleven el pelo corto como varones o usen piercing o cualquier otra “cosa rara” que pueda incidir en el resto del grupo.