Atendiendo esta realidad, enfocados desde la prevención, el Ministerio de la Niñez y de la Adolescencia (Minna) lleva adelante el proyecto Niños, niñas y adolescentes libres de violencia en siete municipios del país. Su objetivo es crear áreas denominadas Espacios Seguros contra violencia, explotación, abuso, abandono y consumo de drogas.
Esta es solo una de las tantas acciones que se requieren para evitar que niños caigan en las drogas, comenta la ministra Teresa Martínez. La ex fiscala es enfática en señalar que hay que tomar los espacios públicos y ‘‘expulsar’’ a todos los “chespis” y a los supuestos vendedores ambulantes, que se apropian de las plazas.
‘‘Detrás de esto hay un plan, que es captar a los más chicos para instarlos al consumo de drogas, hacerles dependientes para luego obligarlos a delinquir’’.
Los Espacios Seguros se están implementando en los municipios de Ciudad del Este, Yatytay, Tobatí, Mariscal Estigarribia, Santa Rosa del Aguaray, Lambaré y Asunción. Con el apoyo técnico del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el financiamiento de Itaipú, el Ministerio de la Niñez apunta al fortalecimiento de las capacidades de las instituciones públicas y los actores comunitarios para crear y mantener entornos protectores.
‘‘En estos espacios los niños y adolescentes tienen la manera de ocupar su tiempo ocioso en algo útil, alejándolos también de la violencia, malos tratos, abuso sexual, y explotación’’.
Alternativas
A través de una serie de talleres, en las diferentes localidades se identificaron los intereses de los adolescentes. Por ejemplo, en Ciudad del Este lideraron la lista el fútbol mixto y las manualidades, mientras que en Yatytay, las artes marciales, básquet, hándbol, manualidades, el ajedrez y otros juegos de mesa.
En estas localidades ya se pueden observar los resultados, pero –afirma Martínez– es absolutamente insuficiente si todas las instituciones no se ponen al frente de la misma campaña. Por ejemplo, los municipios tienen un papel fundamental para trabajar en los barrios con las comisiones vecinales y volver a revitalizar e iluminar las plazas que están a oscuras. Las organizaciones de vecinos deben involucrarse y cuidar estos espacios para que los niños y los adolescentes disfruten de las actividades sanas.
‘‘Estos espacios requieren el compromiso de los municipios porque el que se ocupa de las políticas públicas es el gobierno local. Afortunadamente hemos logrado una red en municipios’’.
La ministra destacó la experiencia del trabajo coordinado con los municipios que implementan el programa, garantizando los materiales didácticos, educativos, artículos deportivos, instrumentos musicales y otros insumos, así como la dotación de profesores, instructores, animadores y voluntarios para acompañar el proceso de desarrollo de adolescentes, de acuerdo con las temáticas que se aborden en cada municipio.
El Servicio 147 Fono Ayuda del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia registró en enero 1.130 llamadas sobre vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes. Además, 94 llamadas sobre posibles casos de abuso sexual, 8 casos de posible explotación sexual, 378 fueron por maltrato.
Otra de las vulneraciones que registró mayor número de reportes fue la violación del deber del cuidado, con 364 llamadas; en cuanto a los reportes ciudadanos sobre niñas, niños y adolescentes en situación de calle, se registraron 203 llamadas, 11 por uso, abuso de sustancias estupefacientes y adicciones.
‘‘La lucha tiene que ser enfocada en la prevención y tratar de recuperar a los niños y adolescentes que están en situación de adicción. No podemos permitirnos como país que sigan cayendo más y más niños en la drogadicción’’, afirma la ministra de la Niñez y Adolescencia.
En las últimas semanas, en las grandes ciudades del país aumentó la cantidad de jóvenes adictos en situación de calle, evidenciando el gran problema de salud pública.
En estos espacios, niños y adolescentes ocupan su tiempo en algo útil, alejándolos de la violencia, maltrato. Teresa Martínez, ministra del Minna.