21 dic. 2024

Recuperar nuestros lagos y arroyos contaminados

Con el inicio de la temporada de verano se hace más evidente la muy mala administración de los recursos naturales. Hasta hace muy poco tiempo este era el país que podía presumir de su abundante y casi interminable provisión de agua potable. Esa situación ha cambiado, sin embargo, y hoy son varios los cauces de agua que ni siquiera son aptos para el uso recreativo, menos todavía lo son para el consumo humano. Es por ello que la población se queda sin opciones a la hora de buscar la frescura de algún arroyo o lago para mitigar el calor, y se debe conformar con tomar baños sumamente peligrosos en el lago Ypacaraí o en la Bahía de Asunción, ambos lugares no aptos para el baño. El mal manejo de los recursos hídricos es también responsabilidad del Ministerio del Ambiente, el que observa impávido cómo en el Paraguay del siglo XXI se deforesta y se contamina con total impunidad. Es hora de recuperar nuestros recursos.

En la última semana del año pasado, cuando el país tuvo que soportar una dura ola de calor, una gran parte de la ciudadanía trató de escapar del implacable calor y fue a bañarse en las aguas del Lago Ypacaraí, en la playa de San Bernardino. Sin embargo, un informe de la Comisión Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su Cuenca (Conalaypa), señala que las aguas del lago nuevamente se encuentran en una situación crítica, tras una denuncia de rellenos irregulares y gran cantidad de coliformes fecales.

“Recibimos un nuevo informe de la calidad del agua en el lago y lastimosamente se observa una importante cantidad de coliformes fecales en el agua. Estos resultados nos muestran que la implementación del Plan de Saneamiento Integral de la cuenca del Lago Ypacaraí es crítica”, señala parte del informe. Desde Conalaypa destacan que el lago necesita que todos los sectores de la sociedad se comprometan en su defensa y su preservación, o puede desaparecer este símbolo nacional.

La presencia de coliformes fecales se encuentra está por encima de los índices permitidos, según la resolución del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) n° 222/2002, que establece parámetros para el uso y aprovechamiento de las aguas en el territorio paraguayo. En San Bernardino y Ypacaraí registraron un máximo de 1.000 coliformes fecales por 100 ml. Es decir, los municipios presentaron 1.300 y 3.100 coliformes fecales, respectivamente. En tanto, en Areguá sí es apto para el baño, ya que tiene 780 coliformes fecales por 100 ml. Los coliformes en aguas son causantes de algunos malestares en la salud, por lo tanto, no son aptas para natación.

La ciudadanía mientras tanto queda con pocas opciones de esparcimiento y alivio del sofocante verano paraguayo. Muchos buscan aplacar el calor en las aguas de la contaminada Bahía de Asunción, la cual tampoco es apta para el baño.

La responsabilidad por la situación de contaminación de los recursos hídricos es amplia, pero más que todos, el Gobierno Central y los municipios cargan con el mayor grado de culpa debido a la inoperancia e indiferencia.

Pero el lago y la Bahía no son los únicos en riesgo, según había indicado un funcionario del Mades, la presión que ejerce el avance del desarrollo, tanto poblacional, industrial y agropecuario a los recursos hídricos, es bastante importante. Existe una presión muy evidente, se trata de las fronteras agropecuarias, el avance de asentamientos humanos, el cambio climático y el déficit de precipitaciones. Uno de los recursos comprometidos es el acuífero Patiño, que abarca parte de los departamentos Central, de Asunción, Cordillera y Paraguarí, debido a la contaminación y a los núcleos urbanos que están sobre el mismo.

Además se debe considerar que las consecuencias del cambio climático ya generan un impacto importante en el Paraguay, que se caracteriza por ser uno de los países más vulnerables a la problemática del medioambiente.

Por todo esto, es importante la toma de conciencia por parte de la ciudadanía para el cuidado de nuestros recursos, pero es el Estado paraguayo el que debe formular las políticas y articular las alternativas para mantener los recursos naturales, que son nuestra riqueza.

Más contenido de esta sección
Un proyecto que buscaba modificar el Código Penal para evitar que los casos de corrupción prescriban en la Justicia fue rechazado por los diputados y enviado al archivo. Se buscaba endurecer las penas, ampliar el universo de tipos penales, extender plazos para la prescripción y endurecer criterios de medición de la pena para delitos de corrupción pública y privada, con énfasis en la corrupción cometida por funcionarios públicos. El rechazo de esta propuesta parece una verdadera declaración de intenciones.
Mientras el ex diputado colorado Juan Carlos Ozorio opera para obtener una medida sustitutiva a la prisión, la Cooperativa San Cristóbal, de la que fue presidente, siente las devastadoras consecuencias de haber sido una entidad a través de la cual, presuntamente, se puso en circulación el dinero proveniente del tráfico ilegal de drogas. Perdió la confianza y a miles de socios. Es un ejemplo de lo que les sucede a las instituciones cuando falta fiscalización. Si no mejoran los controles, este caso se volverá a repetir, con los mismos funestos resultados.
El hecho de que la mayoría oficialista del senado haya retrocedido en la barbaridad cometida cuando devolvió fueros a senadores previamente desaforados que están siendo investigados por la Fiscalía, puede verse como que enmendaron un error. Sin embargo, una acción que significó el atropello a la Constitución Nacional no debe quedar impune. Los 23 senadores que votaron por devolverle los fueros a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola, deben ser investigados, pues en un estado de derecho nadie está por encima de la ley.
Hace unos días, fue intervenida una estancia en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, y en el lugar fueron detenidas diez personas de cuyo poder incautaron fusiles AR47 y una avioneta Cessna, además descubrieron una pista clandestina que habría pertenecido a la estructura liderada por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y al presunto líder de tráfico de drogas, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Resulta insostenible la falta de control del espacio aéreo nacional, ante la impasividad o complicidad de las autoridades.
Aproximadamente, unos 1.300.000 niños y adolescentes paraguayos retornaron a clases en los establecimientos educativos públicos hace unos días, y el escenario que hallaron muchos de ellos ha sido el de una infraestructura deficiente y precariedades. A pesar de que la Constitución Nacional consagra el derecho a la educación, frente a la realidad a la que asistimos, parecen apenas palabras vacías de significado debido a la ceguera de nuestros líderes políticos para anteponer los intereses de la mayoría y apostar por el presente y el futuro del país.
El acceso de los niños a alimentos adecuados y saludables es esencial para garantizar su bienestar físico, intelectual y social. Los programas de alimentación escolar han formado parte de la política educativa desde hace más de un siglo y permanecen en la actualidad, independientemente del nivel de desarrollo de los países y de los ingresos de los hogares. Pero en todos los países el programa se ha planteado de manera integral y tiene alto consenso social. Paraguay no puede ser una excepción. Los cambios planteados solo generaron conflictividad, a la vez de que no garantizarán mejoras sustanciales.