23 nov. 2024

¿Recuperaremos el río?

De niño me acostumbraba ir hasta la zona del Puente Remanso o Remanso Castillo para aprovechar las aguas del río Paraguay y nadar por unas horas. Dentro del Municipio de Mariano Roque Alonso se habilitó incluso balnearios públicos en un momento dado hasta que los espacios fueron ocupados por empresas que generaban más rentas a la Comuna.

Evidentemente, la natación o la pesca deportiva no eran las actividades más lucrativas, por lo que fueron reemplazados por la instalación de embarcaderos, caleras, residencias de verano y puertos privados a lo largo de la ribera del río.

Todo esto trajo mucho desarrollo económico para la zona, se generaron puestos de trabajo y se dio oportunidad de laboral a mucha gente.

Definitivamente, los pequeños nadadores y los pescadores fueron desplazados de las playas del río que hoy día muestran una fisonomía muy distinta y ya no está apto para el disfrute o entretenimiento, debido al movimiento de grandes embarcaciones y la contaminación de las aguas con restos de aceite y combustibles.

Con el correr de los años el río Paraguay, al igual que otros importantes cauces hídricos fueron sufriendo los efectos del progreso económico, una explotación desordenada de las bondades de la naturaleza y hoy día el país y toda la región sufre las consecuencias de un río disminuido en su caudal.

Bueno, la histórica bajante del río Paraguay tiene gran de parte de su explicación por la falta de lluvia, y la falta de lluvia sería consecuencia de la deforestación en las nacientes del cauce en el Pantanal.

En síntesis, todo el problema se debería a la mala administración de los recursos naturales.

Entonces se hace necesario replantear muchas cosas para tratar de recuperar el río, situación que no será nada fácil y llevará su tiempo.

En las tres últimas décadas se realizaron millonarias inversiones portuarias y navieras a lo largo de río Paraguay. Todo ello trajo aparejado un desarrollo económico sin precedente al país, que hoy día tiene una de las flotas más importantes a nivel regional.

Sin embargo, todas estas inversiones hoy día están amenazadas por la bajante de los ríos, pues para operar, tanto los puertos como las naves necesitan, de las aguas del río.

Una solución de urgencia es el dragado de los canales de navegación para permitir el tránsito de las barcazas, pero los dragados tienen sus límites, lo que se necesita en verdad en que llueva en las nacientes del río Paraguay.

Y para que llueva con normalidad se necesita indefectiblemente que la naturaleza se recomponga y se renueve.

Hoy día casi todas las exportaciones de granos y productos cárnicos se transportan por vía fluvial, lo mismo ocurre con las importaciones. Pero al no poder cargar las barcazas en su plena capacidad, por la baja profundidad de las aguas, los costos de transporte aumentan sostenidamente.

En los últimos días, muchas empresas ya están optando en traer las mercaderías por via terrestre, pese a que ello implica un mayor costo.

Particularmente cuando miraba el ancho cauce del río Paraguay, allá por los años ochenta, jamás imaginé que hoy día el río se vería tan disminuido.

Hay planes para un manejo integral de la Hidrovía, pero lo fundamental es que se generen las lluvias en el Pantanal para que pueda aumentar el nivel de las aguas.

Mientras tanto, todas acciones humanas tratan de minimizar los impactos de la naturaleza apelando al dragado en los pasos difíciles, profundizando las zonas portuarias para que los barcos puedan bajar las mercaderías y también la Essap tuvo que cavar pozos en el río para la toma de agua para su procesamiento.

Esperemos que la naturaleza nos devuelva el río y que aprendamos a administrar mejor los recursos naturales.

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