Ante los últimos hechos acontecidos en la zona Norte del país, por el ataque a un equipo de la FTC que dejó a tres militares fallecidos y el enfrentamiento que produjo la baja de dos presuntos miembros del Ejército del Mariscal López (EML), los trabajos de la FTC son constantes focos de críticas.
Ante la falta de una solución concreta a la situación, el comandante de la FTC, Óscar Chamorro, explicó que los limitados recursos de inteligencia no permiten la geolocalización inmediata de los grupos criminales.
“El resumen de todo el problema tiene que ver con la capacidad de localizarlos. Al ser un enemigo tan pequeño, a los recursos de inteligencia que tenemos les cuesta mucho localizarlos”, argumentó el militar.
Chamarro alegó que enfrentan dificultades en cuanto al tamaño del grupo criminal, versus el terreno en el que se mueven.
“Se manejan en un círculo familiar que no pueden crecer y hacen que sea muy cerrado, hacen sus actividades y contactos, se surten de logística y es difícil la detección. El problema principal es la detección, en dónde están”, señaló.
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El comandante indicó que, en promedio durante los últimos años, se logró neutralizar a dos integrantes del grupo criminal por cada enfrentamiento que se tuvo.
“Entonces, probablemente, lo que faltaría serían más enfrentamientos, a lo mejor, pero la dificultad es la localización”, insistió.
Para el comandante, es necesario que se instale un debate sobre la capacidad de los recursos tecnológicos con los que se cuentan, de manera a no levantar expectativas incumplibles en el combate contra los grupos criminales.
“Esto es terrorismo y guerrilla, y si analizamos la historia mundial y no encontramos ejemplos de esto se haya resuelto muy rápido o de forma permanente en el mundo”, concluyó.