06 jul. 2024

“Reducción de la tarifa es para cumplir la promesa electoral de Bolsonaro”

El ingeniero Pedro Ferreira advierte que si baja la tarifa de energía de Itaipú el principal beneficiado será Brasil, teniendo en cuenta que Paraguay apenas consume el 15% de la producción de la hidroeléctrica.

Crítico. Ferreira, en su denuncia ante el Congreso por el acta secreta de Itaipú de 2019.

Crítico. Ferreira, en su denuncia ante el Congreso por el acta secreta de Itaipú de 2019.

Pedro Ferreira, ex presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), conversó con ÚH sobre la reunión que mantendrán mañana los mandatarios de Paraguay y Brasil, Mario Abdo Benítez y Jair Bolsonaro, respectivamente. Los jefes de Estado deben definir la tarifa de energía de Itaipú para el 2022. Brasil busca reducir los costos y Paraguay mantener los números. El ex titular de la ANDE advierte que se debe exigir transparencia al Gobierno paraguayo y tener cuidado con Brasil, calificando que Bolsonaro solamente está buscando un rédito político inmediato al pretender la reducción de la tarifa, teniendo en cuenta las próximas elecciones presidenciales en el país vecino, que serán en octubre de 2022.

-¿Por qué Brasil quiere bajar el precio de la tarifa, si bien existe un cálculo matemático que lo estipula?

-Es una promesa electoral del presidente Bolsonaro, basada en un análisis de corto plazo, que tampoco le beneficia al Brasil a largo plazo. Considero, para comenzar, que se erró al desistir de revisar a tiempo el Anexo C, porque era un ambiente de diálogo y se podría haber encontrado lo mejor para ambos países a largo plazo (...). Brasil avanzó con su idea de bajar la tarifa y quedarse, por lo menos en los primeros años, con el 85% de los beneficios económicos. Digo esto porque la contratación para 2022 de la potencia de Itaipú es 15% ANDE y 85% Eletrobras. Si baja la tarifa el beneficio será 85% para Eletrobras y 15% para la ANDE.

-¿Y cómo observa la tarea del Gobierno al respecto?

-Nuestro Gobierno no volvió a informar oportunamente a la ciudadanía qué hacía, si algo estaba haciendo. Pareciera que a este Gobierno le molesta que la ciudadanía opine o debata el tema. No se percata que la consideración de Itaipú, como una causa nacional, es sumamente importante en la negociación, pues restringe los abusos de presión que puede hacer el actual Gobierno del Brasil a efectos de cumplir esa promesa electoral de Bolsonaro. Básicamente buscan bajar la tarifa de Itaipú para beneficiar a los industriales de São Paulo y a Eletrobras, en vez de conseguir lo que realmente le conviene a ambos pueblos, que es disponer de la energía de Itaipú por el mayor plazo posible.

-¿Qué impulsaría al Brasil para sostener la misma tarifa?

-Si tuviera una visión de mediano y largo plazo se dará cuenta que al colocar los precios a niveles muy bajos, el Paraguay encontrará a muchos que quieran utilizar esa energía. Cada vez que el Paraguay coloque esa energía de Itaipú, el 50% que le corresponde, por decir así, a empresas que vengan a instalarse en Paraguay, es energía que nunca más irá al Brasil.

-¿Cuál es la diferencia entre pagar USD 22,60 kW mes y pasar a los USD 18,95 kW mes que propone Brasil?

-Va a implicar más o menos unos USD 100 millones que podría eventualmente ahorrar la ANDE en particular. Pero ya la ANDE ahora mismo le está debiendo a Itaipú, si no me equivoco, como USD 80 millones. Entonces, si vamos a ser disciplinados, los beneficios no van a poder llegar rápido a la ciudadanía. Esto es irrisorio dentro de lo que es el presupuesto de la ANDE, significa un valor del orden del 5% o máximo 10%. Si pensás que en tu cuenta de luz vas a ver el beneficio eso no va ocurrir en el 2022, aunque baje a 0 la tarifa.

-¿Cuál es su vaticinio para esta reunión de ambos presidentes?

-Creo muy difícil que se resuelva el asunto, porque la posición paraguaya de no reducir la tarifa, de mantenerla hasta que se revise el Anexo C, que yo comparto, se bajó a última hora. Eso tenía que haberse digerido por el lado brasilero con mucha antelación. Entonces, es triste. En octubre ya tenía que haberse definido la tarifa. Sin embargo, nosotros nos enteramos de la posición paraguaya a finales de octubre, o recién en noviembre, y el Brasil también se entera tarde.

-¿Qué ocurrirá si logramos el objetivo?

-El pueblo paraguayo está muy cansado del mal uso de los recursos que entran por Itaipú. El acuerdo interno en Paraguay tiene que centrarse en utilizar correctamente los recursos que se generarán, y que ingrese al Presupuesto General de Gastos de la Nación. Nuestros gobernantes están preocupados de cerrar el trato con Brasil, pero no cerraron el trato con la ciudadanía paraguaya. Nos preguntamos qué harán con los USD 1.000 millones que estarán disponibles en caso que la tarifa continúe, ¿van a usar como gastos sociales a gusto del Gobierno de turno? Tiene que haber un acuerdo interno para que nosotros nos pleguemos a esa posición.

-¿Por qué Brasil se centra en lo que establece el Anexo C para bajar la tarifa?

-Ellos no recuerdan que no se cumplieron el Anexo B ni el A del Tratado. Es muy fácil para un gobierno decir “yo quiero que se cumpla el Anexo C” porque, según la interpretación del Gobierno brasilero, ahí se establece que debe bajar. Sin embargo, no cumplen el Anexo B, de las obras complementarias, donde se habla de las esclusas de navegación, que beneficiará a ambos pueblos. Tampoco se cumple el Anexo A, su reglamento respectivo, donde se indica que la contabilidad de Itaipú tiene que respetar las normas internacionales. Por tanto, se tiene que empezar a depreciar contablemente, e incluir en los costos la depreciación de todas las maquinarias (…). La contabilidad financiera que hoy se hace en Itaipú no cumple con ninguna norma internacional, ni con las normas brasileras, ni con las normas paraguayas. Todo eso hay que arreglar para tener la potestad de exigir el cumplimiento de tal o cual parte del Anexo C.

-¿Entonces es conveniente ir hablando de la renegociación del propio Tratado?

-Claro que sí. Si se genera el ambiente óptimo, un ambiente de ganar-ganar de ambos países. Mucha gente se ilusiona que va a ser un ambiente de ganar-ganar, pero cuando un país es muy grande con relación a otro, y si tiene un Gobierno que tiene tinte imperialista, eso no ocurre. Entonces, la negociación no suele ser ganar-ganar, suele ser una negociación asimétrica, donde el que es muy poderoso hace el análisis, pero no de qué es lo que los dos países podemos hacer para llegar a un acuerdo donde lograremos el máximo beneficio para ambos pueblos, sino cuál es el costo-beneficio propio nomás, el del país imperialista.

-¿Y qué se debe hacer con el Tratado?

-Hay muchas cosas que arreglar en el Tratado. Pongo un solo ejemplo, el Tratado establece que el capital de Itaipú es USD 100 millones, lo cual es absurdo. Supongamos que uno va a la represa en el 2023, y la observa, ya sin la deuda es una obra que vale USD 50.000 millones; USD 30.000 millones diría alguien que quiere regatear; entonces quedemos en USD 40.000 millones. Así lo evaluaría cualquiera en el mundo. Por lo tanto, se puede ganar utilidad sobre un capital de USD 40.000 millones, son USD 20.000 millones para cada país, obviamente eso abre un esquema de negociación muy interesante.

-¿Y qué piensa de las instalaciones de Itaipú?

-Algunas de las maquinarias comenzaron a girar en el 84. Entonces, algún desgaste han de tener a esta altura. Otras empezaron en el 85, en el 86, y así sucesivamente. Si ahora no se genera un fondo, un fondo de depreciación, de manera tal que cuando se requiera una inversión importante se utilicen esos fondos, ¿qué va a suceder? Los que usaron y desgastaron esas maquinarias, que en un 95% fue el mercado brasilero, beneficiado principalmente desde el inicio, no son los que van a pagar el desgaste, sino que se le cargará ese costo a los jóvenes, y eso está mal. Con el tiempo se deberán rehacer o eventualmente cambiar las instalaciones. Eso va a ocurrir. Está ocurriendo ahora en Acaray. Ocurrió por un mal uso en Yacyretá. Hay una reserva que se debe tener, de manera que los jóvenes paraguayos y brasileros no sean los que paguen el desgaste de las máquinas.

Brasil avanzó con su idea de bajar la tarifa y quedarse, por lo menos en los primeros años, con el 85% de los beneficios económicos.

La contabilidad financiera que hoy se hace en Itaipú no cumple con ninguna norma internacional, ni de Paraguay ni de Brasil.

La consideración de Itaipú como causa nacional es sumamente importante, pues restringe los abusos de presión de Brasil.

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