Esto impactaría en el costo unitario del servicio y fomentará el consumo del mismo en sustitución de otras fuentes energéticas, como los importados de origen fósil y la biomasa, según sostiene el ingeniero Orlando Valdés, experto en temas energéticos.
Esta reducción de la tarifa energética –según el profesional– también permitirá “ahorrar divisas y cuidar los aspectos ambientales”, hoy muy descuidados, además de “promover la instalación de industrias de mano de obras intensivas”.
“Lo mejor para nuestro país es que a partir del 2023 tendremos energía a un precio irrisorio y la tenemos que aprovechar. El aprovechamiento de esta increíble ventaja competitiva que tendrá el país depende exclusivamente de nuestras autoridades y la sociedad. No es posible transferir el fracaso de esta revisión a otros”, sostiene Valdés.
El especialista considera que existen “supuestos inconvenientes” que se crearon artificialmente y que apuntarían a “viabilizar la privatización” del comercio energético de Itaipú a partir de la revisión del Anexo C. “Así, los beneficios que genera Itaipú continuarán en manos de unos pocos privilegiados como ocurre hasta hoy, incluyendo Yacyretá”, puntualiza el experto.
PANORAMA. Con respecto a las negociaciones entre Paraguay y Brasil sobre el Anexo C, el ingeniero señala que existen divergencias entre las empresas de ambos países que administran la cuestión energética.
“Existen divergencias de Eletrobras (firma brasileña de electricidad), con relación a la contabilización y comercialización de la energía de Itaipú en los últimos tres años. El reclamo (al Paraguay) es del orden de los USD 325 millones”, expone.
Asimismo, recuerda que el ex director general brasileño de Itaipú Joaquim Silva e Luna indicó que los representantes paraguayos de la margen derecha de Itaipú no aceptaron que se reduzca el costo unitario de la energía de la binacional.
“Todos estos eventos poco claros, que nadie sale a explicar las razones por las cuales ocurrieron, restan credibilidad a nuestras autoridades. Y esto no es el mejor escenario para revisar el Anexo C. Si las condiciones actuales no cambian radicalmente, no sería recomendable adelantar la revisión”, comenta el ingeniero Valdés.
Explica que el Anexo C fija las bases financieras y de prestación de los servicios de electricidad de Itaipú, el cual se podrá revisar a los 50 años posteriores a la firma del Tratado. Este plazo vence en el 2023, año en el que todas las deudas asumidas para la construcción de la hidroeléctrica no existirán más. Esto generará cambios financieros y de prestación de los servicios de electricidad, cuyo efecto más importante sería la reducción del 62% del costo de la energía.
De lograr buenas negociaciones, el Anexo C del Tratado de Itaipú permitirá reducir 62% el costo de la energía desde el 2023, lo cual fomentará el consumo en reemplazo de otras fuentes energéticas.