El infarto agudo del miocardio constituye uno de los mayores problemas cardiovasculares dentro del ámbito cardiológico, en nuestro país.
El diagnóstico oportuno se realiza por la técnica del cateterismo y es realizado en el Instituto Nacional de Cardiología, donde realizan unos 15 procedimientos diarios.
César Delmás, director del Instituto Nacional de Cardiología, sostiene que las muertes por infarto cardíaco se redujeron considerablemente con la introducción de la hemodinamia.
“Años atrás, de cada diez pacientes infartados, siete fallecían. Hoy el índice de mortalidad es de uno por cada diez”, señaló.

Delmás destacó que por medio de este tipo de procedimiento, no solo se garantiza la sobrevida del paciente, sino además se le brinda la misma asistencia que recibiría en países de primer mundo, como Estados Unidos.
Por otra parte explicó que la técnica de cateterismo está orientada a pacientes que cuentan con angina de pecho, comúnmente conocido como pre-infarto.
“Esta patología se evidencia mayormente en pacientes de 50 años y más, aunque debido a diversos factores este mal va afectando a personas cada vez más jóvenes, de 40 para abajo. Incluso recientemente se pudo observar dos casos excepcionales: uno de 15 años y otro de 28 años”, reveló.