“Creemos que no se puede prohibir el libre comercio de los libros, porque si una familia no puede adquirirlos por su situación económica, lo que se hace es buscar estrategias para que los chicos no queden sin los materiales”, aseguró Teodolina Díaz, directiva de la Cámara. Aseguró que en muchos casos, si las escuelas recurren ante la Capel incluso se donan materiales para los escolares de un grado o curso que no pueden adquirir los insumos.
“Nosotros editamos los libros con base en los pedidos que nos hacen las escuelas en diciembre, pero ahora resulta que el MEC prohíbe a los docentes que pidan a los padres que se compre”, remató.
La normativa. El punto más polémico en la normativa expresa que “las instituciones educativas de gestión oficial no podrán solicitar a los estudiantes de los niveles Inicial y Escolar Básica la compra de los textos escolares, cuadernillos y otros materiales. Se reitera que está terminantemente prohibido la exigencia de adquisiciones de ningún tipo de material didáctico”.
La directora de Currículum de la cartera educativa, María Gloria Pereira, explicó que el espíritu de la orden vigente es “prohibir la exigencia de adquisiciones de ningún tipo”. Agregó que “el sentido común te dice que si el material falta y los padres están en condiciones de comprarlo, se puede pedir”.
Aseguró además que el año pasado se repartieron libros de texto en Inicial y Escolar Básica en gran parte de las escuelas del país. El orden de la compra fue de 3 x 1 (un libro por cada tres alumnos).
La funcionaria informó que la dirección de Inicial y Educación Escolar Básica prepara una mesa de trabajo que buscará ajustar la normativa en coincidencia con este espíritu de “restringir la exigencia”.
materiales. La existencia de textos y cuadernillos es diferente en cada institución. La directora de la escuela Juan Ramón Dahlquist, Diana Ramírez, aseguró que conocen la circular, pero no la aplican porque tienen buena cantidad de libros. “Casi tenemos un libro por cada alumno este año”, expresó.