El Viceministerio de Transporte dio a conocer este jueves detalles de la reforma del transporte público que tanto aqueja a la ciudadanía con su irregularidad e ineficiencia.
La reforma anunciada pretende incorporar gradualmente unos 1.000 nuevos buses, incluidos modelos eléctricos, además de la incorporación de tecnología para controlar y monitorear la flota.
Se prevé además un sistema de integración tarifaria que facilitará el transbordo a menor costo.
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A corto plazo, se pretende introducir una flota de 30 autobuses eléctricos, la habilitación de carriles exclusivos para reducir el tiempo de los viajes, la implementación de un servicio nocturno y el establecimiento de 250 nuevos puntos de refugio y paradas.
Entre los principales objetivos de esta reforma se busca asegurar la regularidad del servicio y la optimización de los itinerarios.
Asimismo, se mencionó la creación de un fideicomiso destinado a garantizar la sostenibilidad financiera y la búsqueda de una gestión eficiente de los fondos.
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“Nos tomaremos el tiempo necesario para garantizar que el documento final sea sólido y bien estructurado antes de ser remitido al Congreso, donde se abrirá nuevamente un espacio de diálogo”, acotó el viceministro Emiliano R. Fernández.