Clarisa Enciso
En su segundo y último día en nuestro país, la reina Letizia realizó recorridos por varios puntos de la capital del país previstos en su agenda, todo en compañía de su gran comitiva y de la primera dama Silvana Abdo. La puntualidad, la pulcritud y la humanidad se reflejaron en cada actividad emprendida por la soberana española, que volvió a lucir el polémico chaleco rojo.
PRIMERA VISITA
La primera parada fue en el Bañado Sur en el Centro de Atención Familiar (CAFA) Mil Solidarios, el cual desde el 2009 recibe financiamiento de la Agencia de Cooperación Española y con ello pudieron adquirir un predio y construir las edificaciones.
Luego del recorrido por el sitio Ortiz charló con varias mujeres del lugar y se tomó un momento para conversar con el sacerdote Francisco de Paula Oliva, conocido como pa’i Oliva, una de las personas referentes en el Bañado Sur.
La reina destacó la labor que desarrolla en una de las consideradas zonas más vulnerables del país. También enfatizó al religioso que se perciben el trabajo y los resultados del esfuerzo que realizó durante tantos años y le agradeció por ello.
DESPEDIDA Y PRESENTES
Luego se dirigió al Centro de Entrenamiento de Emprendedores, ubicado en San Lorenzo. Puntualmente a las 11:45 hizo su arribo y conoció a seis emprendedores que exhibieron sus productos y comentaron sus experiencias de éxito. También conoció de primera mano el programa Ñapu’ãke, perteneciente al Despacho de la Primera Dama, sobre capacitación y seguridad alimentaria.
Para culminar, el presidente y su esposa le ofrecieron un almuerzo de trabajo en Mburuvicha Róga donde estuvieron presentes la ministra de la Niñez, Teresa Martínez; la ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo; la ministra de Turismo, Sofía Montiel; el canciller Euclides Acevedo y el asesor estratégico Federico González.
Silvana aprovechó la ocasión para obsequiar a Letizia un tapado de ao po´i, pieza de autor creado por la diseñadora Gaba Esquivel para su marca Rue Mariscal. La prenda fue confeccionada en la ciudad de Yataity. También recibió unos aros de filigrana elaborados por artesanos de Luque y una pieza de alfarería denominada Che Sy, obra emblemática de la ciudad de Itá.
La monarca y su comitiva partieron desde el Silvio Pettirossi rumbo a su país a las 16:00, dejando una sensación de gratitud y alegría en el pueblo paraguayo.