El director de Memoria Histórica del Ministerio de Justicia, Rogelio Goiburú, señaló que pasó tanto tiempo desde el año 1993 hasta ahora, cuando el entonces intendente Carlos Filizzola otorgó el nombre de Plaza de los Desaparecidos, para asumir que la plaza es de ellos y empoderarse del lugar cada fin de mes, durante el acto de recordación de los compatriotas desaparecidos.
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También instó a realizar los demás actos de recordación en el lugar, como el golpe del 2 y 3 de febrero de 1989 (que derrocó a Alfredo Stroessner), además del 4 de mayo de 1954, donde se rememora el golpe en el que asciende Alfredo Stroessner al poder como el Día de los Desaparecidos, entre otros encuentros de memoria.
“El 4 de mayo nos impidieron hacer un acto, porque una colectividad sionista quiso hacer un encuentro acá, entonces nos clausuraron”, recordó Goiburú.
A su vez, mencionó que dicha plaza no tiene que ser solamente la Plaza de los Desaparecidos, sino que debe decir “Plaza de los detenidos y desaparecidos durante el terrorismo de Estado registrado entre 1954-1989”.
Entre tanto, señaló que todas las veces que realizaron encuentros tuvieron que gestionar una nota a la Comandancia, a excepción de la fecha.
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Guillermina Kanonnikoff —viuda de Mario Schaerer Prono, quien fuera torturado y asesinado durante la dictadura stronista— sostuvo que no se trata de cualquier lugar, sino un espacio que es de ellos y se conquistó con la sangre derramada.
“¿Por qué estamos hoy con mayor cantidad de gente? Porque nos tocaron la oreja para probarnos. No sé cuál es el objetivo que tienen detrás, pero cuando ocurren este tipo de casos, es porque de algo nos están queriendo distraer”, advirtió.
En ese sentido, alertó que si no ponen sus dos pies en la plaza para diferentes actividades, también les van a arrebatar la plaza, como están queriendo arrebatar la memoria de todos aquellos patriotas que fueron capaces de dar la vida y entregar la suya para que otros puedan vivir mejor.
“Nosotros somos sobrevivientes, nunca me consideré una víctima, porque yo sí sabía dónde estaba parada. En el único lugar donde no me van a ver parada es en el lugar de ellos”, recalcó.
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También mencionó que se debe realizar mantenimiento a las plazas, ya que la limpieza que realizaron es insuficiente.
“Dijeron que nos dejaron en mejores condiciones la plaza y jamás voy a confiar que ellos están arreglando un espacio que no es de ellos. Es nuestro”, espetó con firmeza.
Los presentes cuestionaron los abusos de autoridad durante una muestra de arte llamada Tentáculos del poder realizada en dicha plaza semanas atrás, donde una conocida hurrera y funcionaria de la Cámara de Diputados pisoteó la obra y se burló.
La Oficina de la Primera Dama hizo un cambio temporal del nombre del sitio y lo denominó “Plaza Navidad”, lo que molestó a muchas personas vinculadas a organismos de defensa de derechos humanos, de libertad de expresión y de otros sectores políticos, sociales y culturales del Paraguay.
La institución, a cargo de Leticia Ocampos, no asumió el error y sacó un comunicado señalando que la intención del evento en dicho sitio era la de revitalizar la plaza y hacer que la ciudadanía se encargue de su cuidado.