Precisamente Benítez mantuvo ayer una reunión con el presidente de la República, Horacio Cartes, donde fue informado de su destitución.
Otro punto relevante también es que hace ocho días tres peones de la estancia Alegría en Tacuatí habían sido asesinados por el EPP, en una zona liberada donde la FTC no incursionó y no la tenía controlada. En el lugar también se encontraron parcelas de marihuana protegidas por el EPP, según la Fiscalía.
“El presidente argumentó una obligación moral de cambiarme, yo soy soldado, cumplo las órdenes, soy fiel cumplidor de las normas y reglas militares, creo que he dado todo de mí al frente de la Fuerza de Tarea Conjunta, jamás en la historia de las Fuerzas Armadas se ha tenido los resultados de 10 abatidos y más de 21 detenidos de la Agrupación Campesina Armada”, expresó Benítez en contacto con radio 780 AM.
Manifestó que es una decisión de la superioridad y como soldado debe acatar.
Agregó: “me retiro tranquilo con la moral y el espíritu de haber cooperado como paraguayo”. Sin embargo acotó: “Me arrepiento que no hemos tenido el apoyo tecnológico suficiente, la lucha lo hemos hecho a pulmón y hemos logrado diez abatidos. Una peculiaridad que puede haber tenido el general Benítez es de haber estado de frente en la línea y en la lucha con su personal, hombro a hombro”, remarcó Benítez.